El gobernador Carlos Reutemann volvió a sobrevolar ayer las zonas anegadas del departamento General López y calificó a la situación como un fenómeno de total anormalidad, al tiempo que ratificó su anuncio de que en poco más de 60 días comenzarían las obras en la alternativa norte hasta Teodelina para llevar el agua hasta el río Paraná a través del Arroyo del Medio.
El mandatario explicó que ese emprendimiento será "un trabajo contra la naturaleza y contra la pendiente", pero destacó que "la solución técnica es posible, aunque si sigue lloviendo en la forma anormal como ha ocurrido hasta ahora la situación se complicará más allá de lo técnico".
También consideró que la anunciada creación del fondo hídrico por el gobierno nacional para obras contra las inundaciones en las provincias de la Pampa Húmeda "es una esperanza para Santa Fe" y que espera que "esta vez se cumpla con lo prometido, porque cuando el presidente De la Rúa vino a esta zona hace un año y medio también se comprometió a realizar obras que nunca se hicieron".
En ese sentido indicó que "el Ejecutivo nacional es el único que puede cumplir con la función de coordinador entre las provincias para hallar las soluciones necesarias".
Sobre la observación hecha ayer desde un helicóptero explicó que en el tramo anegado de casi 2.000 metros de la ruta provincial 14 "el domingo pasado tenía la esperanza de que se pudiera solucionar con el buen tiempo, pero no es así porque el agua no tiene salida, está estancada en una zona muy plana y de cuencas cerradas", al tiempo que alentó a trabajar en la canalización hacia el Arroyo del Medio y en el resto de las lagunas que están encadenadas y afectan a las zonas fértiles.
Desde el aire, la crisis hídrica del sur santafesino se observa en toda su dimensión. El agua unió lagunas y convirtió las calles en canales. Siguiendo su curso natural el agua converge al sudeste, más precisamente hacia Teodelina.
Las lagunas encadenadas y La Picasa variaron en tal forma la región que resultaría desconocida para quienes diseñaron sus rutas y caminos e instalaron establecimientos agropecuarios de primera línea. Algunos hasta hablan de que en el lugar se ha generado un microclima.
En este escenario se destaca el fenómeno de la conexión de las lagunas. El anegamiento es de tal magnitud que de la alternativa norte sólo se advierten algunas trazas. La estación de bombeo quedó aislada, al igual que tres estancias lindantes.
Rediseñar el sur
Para el interventor de la Dirección Provincial de Vialidad, José D'Ambrosio, la erosión hídrica es inédita en pleno corazón de la Pampa Húmeda. "En el sur de Santa Fe había erosión por el viento, pero ahora hay otra, la hídrica, que es inédita", explicó.
Dijo que resulta indispensable rediseñar la región después de esta transformación e insistió en que se buscarán trazas alternativas para algunos caminos afectados, que se diseñaron cuando había otra realidad.
Cuadro de situación
Sobre la tarde de ayer se evaluaba si alguno de los 95 evacuados podían regresar a sus hogares y la eficacia de los trabajos realizados en Diego de Alvear y Lazzarino para drenar el agua de las zonas urbanas. En esta última localidad el agua corrió libremente por la falta de obstáculos en las calles. Además se repartieron alimentos a las familias que siguen viviendo en los campos aislados.
"La situación tiende a mejorar", explicó el subsecretario de Comunas, Claudio Tibaldo. Además de las localidades citadas, se monitorea en forma permanente a las comunidades de Aarón Castellanos y Rufino, ya que a esta ciudad está llegando una gran cantidad de agua desde la provincia de Córdoba y que se contiene por un anillo defensivo.
Sobre las críticas que se escucharon por la escasa ayuda recibida en Aarón Castellanos, dijo que en el lugar no hubo evacuados. "Hay que aclarar que la ayuda está destinada sólo a los evacuados, no para solucionar los problemas sociales que se vienen arrastrando, no por falta de sensibilidad, sino por recursos disponibles", argumentó.
La Ciudad
