Alejandro Cachari
Empleados de paro. La luz cortada. El Gigante con el pasto altísimo, casi como en un potrero, y una suciedad que apena. La inminente pérdida de tres puntos por no haber cumplido con el pago de los sueldos de septiembre, cuyo plazo venció ayer. La chance muy concreta de no poder abrir la cancha para enfrentar pasado mañana a Independiente. Central vive la peor crisis institucional de su historia y el cuello de botella asfixia. Las pruebas están a la vista. "No sabemos si mañana van a parar los utileros. Los kinesiólogos vinieron sólo dos veces en la semana, no tenemos presidente... A mí me molestan todas esas cosas y creo que a mis compañeros también. Estamos todo el día conviviendo con gente que hace ocho meses que no cobra y la verdad es que te envidian o se sienten extraños porque nosotros tampoco cobramos, pero la plata que percibe un jugador no es la misma que la que recibe la señora que lava la ropa. Me molesta, pero no tiene nada que ver con que juguemos mal". Luciano De Bruno no hizo más que expresar un estado de ánimo reflejando la cruda realidad. El Gigante y la ciudad deportiva se quedaron sin medidores de luz por una deuda que supera los 80.000 dólares y que incluye varios convenios caídos. El generador data de 1978 y no estaría en condiciones. De todas maneras, ayer se habrían adquirido 30 litros de gasoil para utilizarlos el sábado. Los empleados de estadio recibieron ayer una oferta de 150 pesos que rechazaron de plano. Pretenden al menos el monto correspondiente a dos meses de salarios. Ayer venció el plazo para que los jugadores perciban el sueldo de septiembre. Ahora, la AFA es la que debe informar -tiene cinco días hábiles- a Agremiados (FAA) que no recibió los comprobantes de pago y Central perdería tres puntos de acuerdo con lo pactado entre el gremio, la AFA y el Ministerio de Trabajo de la Nación. Hasta aquí todos desconocen una supuesta prórroga para el 9 de noviembre, menos algunos dirigentes que habrían lanzado esa especie. La suciedad del Gigante es una muestra cabal del abandono, pero no hay quién lo limpie. Tampoco quién corte el césped. Ayer fue muy firme la versión que sugería que los canallas pedirían la postergación del partido ante Independiente para el domingo a la tarde. Los rumores coparon la tarde. Desde un supuesto aporte económico de los rojos para que el encuentro se dispute el sábado, hasta que podría realizarse en la cancha de Unión. "No quiero hablar más de la parte política del club. Es como que nos desgastamos. Tenemos que pensar en entrenar, en jugar y en ganar los partidos. Es lo único que nos puede dar algo de tranquilidad, ustedes ven todos los días cómo está el club. No hay luz, no hay agua, no hay lugar de entrenamiento, no les pagan a los empleados... Los dirigentes que hagan lo que tienen que hacer y nosotros cumplimos con lo nuestro". La frase de Daniel Quinteros no necesita muchas explicaciones. Sirve para profundizar la realidad. Alcanza y sobra para que en el horizonte sólo se perciban oscuros nubarrones. Y no sólo por la falta de luz eléctrica.
| |