"Las ideas se debaten, no se censuran ni se escrachan", señaló en un comunicado la secretaria general del gremio de los docentes universitarios (Coad), Anahí Fernández. La dirigente sindical, junto con otros miembros del consejo directivo del sindicato, consideró "orgánicamente errónea" la decisión de la asamblea docente que resolvió escrachar al profesor Hugo Quiroga, quien había declarado que "no se puede seguir levantando la consigna de una universidad de los trabajadores". El episodio protagonizado por el docente que fue escrachado durante un seminario y terminó siendo golpeado por los manifestantes, parece haberse convertido en el disparador que sacó a la superficie las divisiones que existen en el seno del gremio de los profesores y que hasta ahora pretendían disimularse. La división interna en la Coad es un secreto a voces que ahora quedó plasmado en el papel. La rúbrica de la secretaria gremial, Marcela Delannoy, brilla por su ausencia. Y no es casual, ya que esto pone de manifiesto que el gremio está dividido al menos en dos líneas internas: una comandada por Fernández y la otra por Delannoy. Muestra evidente de tal interna es el comunicado difundido por el sector (lista Unidad Docente) que lidera Fernández: "No avalamos de ninguna manera, ni con nuestro discurso ni con nuestra actitud, los hechos de violencia, tanto estructural que se ejercen sobre la sociedad, como los puntuales que acaecieron el 22 de octubre pasado, en la sede de Gobierno de la Universidad con motivo del primer encuentro del seminario organizado por el Centro de Estudios Interdisciplinarios". El texto dirigido a la comunidad, lleva las firmas de Fernández, del secretario financiero, José Dotta, de la secretaria de asuntos académicos, María Isabel Schiavon, y de los vocales Fanny Tello y Amanda Bendicente. Los integrantes de la lista Unidad Docente recalcaron que "hay un principio fundamental que debe ser respetado en la convivencia democrática: las ideas se debaten, no se censuran ni se escrachan" y recordaron que esa posición fue expresada y votada en instancias gremiales, tanto en asamblea como a nivel de conducción. A renglón seguido, esos profesores hicieron una autocrítica y asumieron su responsabilidad en cuanto a la "imposibilidad de convencer" a la mayoría de los participantes de la asamblea que resolvió escrachar a Quiroga. Los seguidores de Fernández también se reprocharon a sí mismos que no evitaron "la campaña difamatoria que se orquestó alrededor de los lamentables incidentes que ocurrieron" cuando se agredió a Quiroga. Pero dejaron en claro las diferencias de ese sector con el que llevó adelante el escrache que terminó con golpes de puño. "No asumimos responsabilidad ni justificamos los hechos de violencia ocurridos", apuntaron. También consideraron que con ese episodio la Coad "dejó un flanco débil" que fue "rápidamente aprovechado por algunos sectores cuyo interés fundamental es desarticular la lucha de los trabajadores". Los integrantes de la lista Unidad Docente ratificaron sus intenciones de "seguir luchando contra las políticas de ajuste que despilfarran el trabajo, la educación y la salud del pueblo argentino" y se pronunciaron a favor de salarios, jubilaciones y condiciones de trabajo dignas. "Seguiremos defendiendo la universidad pública, gratuita, democrática y crítica", concluyeron los seguidores de Fernández.
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