Santa Fe. - El transporte público inició ayer un paro por tiempo indeterminado, luego de que un colectivo de la empresa Transporte San Jerónimo línea 4 sufriera en la madrugada de ayer un atentado incendiario que provocó dos heridos muy graves. Empresarios y gremialistas trataron el tema con autoridades municipales y policiales para buscar una solución al grave conflicto que registró, en la última semana, tres atentados contra unidades de la misma empresa. A partir de las 5 de hoy se restablecerá el servicio con vigilancia especial dispuesta por la policía en paradas y recorridos.
La policía investiga cuál puede ser el origen de estos episodios y dice tener pistas firmes sobre los autores materiales e intelectuales del brutal atentado. El de ayer fue el tercero contra un colectivo de la 4 en una semana. La reacción de los empresarios fue paralizar los servicio con el total acuerdo de los trabajadores.
El atentado se registró poco después de la 1, cuando dos hombres -hasta anoche no habían sido identificados- subieron al interno 14 de la línea 4 en Domingo Silva y Aristóbulo del Valle. Si bien fuentes policiales se refirieron a una molotov, otra versión indica que uno de los hombres encañonó al chofer y el otro, a los gritos, hizo bajar a los quince pasajeros mientras rociaba con querosén la unidad y prendía fuego con un encendedor de mano. Casi todos pudieron bajar menos dos pasajeros que quedaron atrapados (ver aparte). El fuego se apoderó 0de la estructura del vehículo, destruyó los vidrios y quemó todos los asientos y demás elementos. En minutos, la unidad quedó reducida a cenizas.
La semana pasada, en la madrugada del miércoles, una unidad de la misma empresa que estaba estacionada en la parada de Riobamba al 8100 se quemó parcialmente tras ser alcanzada por una molotov. Un día después, otra bomba alcanzó en barrio Centenario al interno 14 -el mismo quemado ayer- mientras cumplía el servicio a plena luz del día. Esto puso en alerta a la policía.
El atentado de esta madrugada tensó más la situación y llevó a los investigadores a establecer una conexión entre estos hechos y otros de los últimos meses.
El titular de UTA, Jorge Kiener condicionó el retorno del servicio a que se garantice la seguridad de choferes, pasajeros y de las 250 unidades que conforman el sistema. A su vez, recordó el trágico tiroteo ocurrido el pasado 30 de julio entre seguidores de la UTA y de personal de las empresas San José y Servitur a 5 kilómetros de la ciudad. Aquel enfrentamiento desembocó en la muerte de un colaborador del empresario Diego Tibaldi.
El dueño de la empresa afectada, Rubén Tochi dijo que "estos hechos demuestran que acá no hay seguridad. Sostuvo que "todo el mundo, incluida la policía, sabe quiénes son los autores" y se preguntó por qué no están en la cárcel.
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La Ciudad
