Islamabad. - El presidente paquistaní, general Pervez Musharraf, advirtió ayer que otros dos millones de refugiados afganos podrían arribar a su país si hace lo que le pide las Naciones Unidas y abre sus fronteras. Pakistán está preocupado por el gran número de refugiados que huyen de los bombardeos estadounidenses y británicos en Afganistán, declaró Musharraf. "Pero si abrimos totalmente las fronteras se doblarán los ya 2,5 millones de refugiados que viven en Pakistán. Somos los que más preocupados estamos. Son nuestros hermanos y hermanas", dijo Musharraf en una rueda de prensa conjunta con el primer ministro holandés, Wim Kok, que se encuentra de visita en Pakistán. Naciones Unidas criticó el viernes a Pakistán y al movimiento del Talibán por no prevenir el flujo de refugiados a través de la frontera de 2.450 kilómetros. Pakistán ha expulsado a algunos centenares de afganos que atravesaron ilegalmente la frontera. En tanto, los primeros fríos están haciendo aún más precaria la situación de los refugiados en los campos, tanto en el norte de Afganistán (foto), como en los ubicados en Pakistán e Irán. Muchos niños, ancianos y mujeres vienen de la dura prueba de la sequía que sufre Afganistán desde hace cuatro años, y los que huyeron al inicio del conflicto actual marcharon a veces hasta seis o siete días antes de cruzar la frontera. Su estado de salud general es débil, y un invierno prácticamente a la intemperie podría resultarles fatal. En tanto, en Kabul, la castigada capital afgana, la Cruz Roja no puede distribuir alimentos y artículos de primera necesidad por los daños sufridos por sus depósitos en la ciudad por las bombas lanzadas por aviones norteamericanos el viernes. ((Reuters y Ansa)
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