Año CXXXIV
 Nº 49.283
Rosario,
domingo  28 de
octubre de 2001
Min 18º
Máx 21º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com






La resistencia talibán hizo humo el inicial optimismo del Pentágono
Algunos militares creían que en una semana el régimen afgano estaría de rodillas

Gabriele Chwallek

Washington. - Al comienzo de los ataques aéreos contra Afganistán, muchos en el Pentágono creían en un éxito rápido y en un pronto final de la operación militar. Algunos optimistas predecían incluso que los talibán tendrían que arrodillarse en una semana ante Estados Unidos. Ahora, tres semanas después, Estados Unidos se ha enfrentado a la realidad.
El contraalmirante John Stufflebeem, del Departamento de Defensa estadounidense, describió como sorprendente la manera tan obstinada en que los talibán se aferran al poder.
Por su parte, el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, expresó dudas respecto a atrapar al líder terrorista Osama Bin Laden, lo que según los expertos es una confesión sorprendente para un "ministro de guerra" que tiene que infundir ánimo a sus tropas. Después de las críticas que provocaron sus declaraciones, Rumsfeld intentó relativizarlas, lo que no consiguió del todo.
La lucha contra el régimen talibán y la organización terrorista Al Qaeda avanza lentamente. El mismo Rumsfeld señaló que las fuerzas de la oposición en el norte y en el sur de Afganistán no han avanzado tan rápidamente como se esperaba. "Ellos (los talibán) se mantienen firmes en su terreno", declaró un funcionario del Pentágono al New York Times y añadió que había comenzado "una especie de período de inacción".
Los representantes del Departamento de Defensa se esfuerzan a diario en demostrar sus avances con mapas e imágenes tomadas por satélite. Lo que Occidente ve son edificios, tanques o aviones destruidos de manera aislada.
Esto, sin embargo, no sorprende. El ejército talibán y Al Qaeda no concentran soldados ni sistemas de armas y distribuyen sus fuerzas por el territorio, lo que a los estadounidenses les provoca un trabajo a destajo al tener que ir destruyendo tanque por tanque y avión por avión.

La causa de las bajas civiles
Los expertos militares estaban en un principio extrañados de que las fuerzas talibán les sirviesen en bandeja su no muy grande fuerza aérea, compuesta por aviones y helicópteros. Ahora la cuestión se ha aclarado: "Para permanecer en el poder, los talibán confían más en sus fuerzas en tierra que en aire", explica un funcionario del Pentágono. "Saben que sus aviones con pilotos poco preparados les son de menor utilidad que sus camiones, camiones-cisterna o reservas de combustible", añadió.
Acorde a ello, los talibán han cambiado también su táctica. Las armas y demás equipamiento para el combate terrestre están ahora escondidas o en la cercanía de escuelas, mezquitas o zonas residenciales.
"Nuestros pilotos se ven así obligados a afrontar muertes civiles o a prescindir del bombardeo de objetivos militares importantes", explicó un general norteamericano. "Los muertos entre la población civil son para ellos (los talibán) un medio de propaganda importante", añadió.
Entretanto, nadie duda de que los combates continuarán cuando comience el invierno y que ello ha sido provocado por los talibán. Por una parte, la capacidad de sus guerrillas es mayor con nieve y hielo que en verano. A esto se añaden deliberaciones estratégicas de otro tipo.
Los ataques estadounidenses durante el Ramadán, mes del ayuno musulmán que comienza el 17 de noviembre, así como las imágenes de niños hambrientos helándose en la nieve, podrían provocar una ruptura de los países musulmanes con la coalición antiterrorista internacional encabezada por Estados Unidos. Los países en los que se piensa son principalmente Pakistán y Arabia Saudita (Ayer el presidente de Pakistán, Musharraf, se pronunció contra los bombardeos durante el Ramadán).
En este contexto, las pequeñas disonancias empiezan a alterar la armonía en Washington. A pesar de las repetidas llamadas a la calma del gobierno estadounidense, el senador demócrata Joseph Biden advirtió de que Estados Unidos parece una "bulldozer de alta tecnología" por sus continuos ataques aéreos, que pueden desencadenar la crítica del mundo islámico. Y esto es lo que los talibán y Al Qaeda quieren. (DPA)


Notas relacionadas
Aseguran que la guerra podría durar medio siglo
Miles de paquistaníes van a Afganistán a librar la guerra santa
Millones de refugiados en camino
Diario La Capital todos los derechos reservados