Isidoro Gilbert
Prudente, Alfonsín marcó ante la prensa sus coincidencias con De la Rúa acerca de "las enormes dificultades" que atraviesa el país, acaso uno de los últimos gestos del jefe radical con el presidente. El tono del documento de lo que queda de la Alianza fue el pretexto para una charla más franca. Para que no queden dudas, se hizo acompañar por el redactor del paper, Raúl Alconada Sempé, un crítico de la gestión oficial. Lógicamente el ex presidente, así como omitió del documento el nombre de Cavallo, su política se paseó en gran parte de la reunión. El trámite del escrito no fue fácil. Al estar acéfalo el Frepaso y en intenso debate sobre cómo se sale del gobierno y de la coalición, Alfonsín recurrió a la firma de algunas personalidades. A los socialistas populares Binner y Giustiniani, les leyó el documento por teléfono: "No podíamos negarle el respaldo a Raúl", confesó uno de ellos a pesar de que ya tiene pensado irse de la Alianza y del Frepaso. Ibarra se excusó cuando supo que al escrito lo suscribía Nosiglia. Por la misma razón tampoco lo refrendaron otros dirigentes del Frente Grande, que sueñan con recrear una nueva alianza, pero aguardando una decantación de la UCR. Al mediodía, Margarita Ronco, secretaria de Alfonsín, recibió la hora de la cita en la Rosada. Minutos antes, el ex presidente redactó su carta saliendo al cruce de un sector del PJ para que De la Rúa dé un "paso al costado". Hay quien piensa que esa declaración de Luis Barrionuevo atenuó lo que en principio se estimó como un llamado final al presidente para que cambie de rumbo. "Se plantearon nuestras dudas y preocupaciones por no cumplirse con lo que la gente votó. Es la primera vez que cada uno dijo lo suyo sin subterfugios", contó a La Capital una voz alfonsinista. Alconada fue quien rompió el fuego, contó como ve la UCR al gobierno y a las dificultades internas de la Alianza. De la Rúa hizo saber de sus "coincidencias", que él también busca "cambiar y reprogramar el pago de la deuda", pero pidió comprensión por las dificultades que enfrenta. Cuando Alfonsín resumió ante un estrecho núcleo de colaboradores lo que había pasado, alguien comentó en voz alta: "Si está de acuerdo, ¿para que sacamos el documento? Nos toma por zonzos". La terrible duda es saber el presidente puede realmente llegar, aún con muletas, al 2003. El martes hay una reunión crucial en el comité nacional: Alfonsín cree que puede capear el temporal.
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