Año CXXXIV
 Nº 49.281
Rosario,
viernes  26 de
octubre de 2001
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Crisis política. El presidente de la Nación se reunió con el líder de la UCR
De la Rúa rechazó el reclamo de Alfonsín: no cambiará el rumbo
El titular del partido de gobierno le entregó al jefe del Estado el crítico documento de la Alianza

El presidente Fernando de la Rúa rechazó el reclamo que efectuó la Alianza de "cambiar el rumbo" de su gestión, aunque expresó su "complacencia" de que el radicalismo y el Frepaso coincidan con el gobierno en buscar la reactivación de la economía a partir de una reprogramación "voluntaria y consensuada" de la deuda externa.
"No puedo sino expresar mi complacencia de que coincidan absolutamente (los reclamos de la Alianza) con los objetivos del gobierno sobre la reactivación económica", afirmó De la Rúa, al término de una reunión que mantuvo con el ex presidente Raúl Alfonsín en la Casa Rosada.
El titular de la UCR y senador electo le llevó en persona a De la Rúa el duro documento de la Alianza en el que le reclamó un "cambio de rumbo" en las políticas económicas y sociales, y advirtió sobre las consecuencias que la "combinación de debilidad política y recesión" traerían al país.
El jefe del Estado no consideró, sin embargo, al documento de la UCR y el Frepaso como "crítico (hacia su gobierno), sino de preocupación", que refleja, según dijo, la "ansiedad y la urgencia" que todos tienen para que se produzca la reactivación económica. "Hay algunos que dicen: «cambio de rumbo» para la reactivación. Eso no es cambio de rumbo, es el objetivo central del gobierno, lograr la reactivación económica", afirmó sobre la declaración que precisamente llevaba como título: "Hacia un cambio de rumbo".
Al salir de la Casa Rosada, el presidente aclaró, además, que la "reprogramación de la deuda, voluntaria y consensuada, fue inicialmente planteada" por su gobierno, en respuesta al pedido que en ese sentido también hace el escrito aliancista.
Según había relatado Alfonsín al término de la prolongada reunión que mantuvo con el presidente, De la Rúa coincidió con él en los "objetivos principales" del documento como en el de la "reprogramación de la deuda" externa.
"Coincide en que va a ser posible (un cambio favorable para el país) en la medida en que se logre también la reprogramación de la deuda, que está absolutamente de acuerdo en que se puede procurar", insistió Alfonsín al definir la posición del jefe del Estado en esa materia.
Escoltado por el secretario general de la Presidencia, el delarruista Nicolás Gallo, Alfonsín aseguró que no vio en la reunión con De la Rúa una "disparidad de criterios, sino las enormes dificultades que existen en el país" para tomar medidas que procuren solucionar la crisis.
El presidente declinó opinar, a primera hora de ayer, sobre el polémico documento hasta que no tuviese el "texto completo", pero su hermética actitud contrastó con la dura reacción de la ministra de Trabajo, Patricia Bullrich.
"Cómo no van a generar debilidad política si los mismos (partidos) que tienen que estar pensando y rompiéndose la cabeza (para ver) cómo salimos de la crisis, están planteando una posición de escribir documentos y criticar al gobierno", descargó Bullrich.
La titular de la cartera laboral insistió en inquirir "¿cómo (De la Rúa) no va a estar en una posición de debilidad si los partidos que son la base política del gobierno" optan por una actitud de "ponerse en la vereda de enfrente y tirar piedras en vez de ayudar?".
El vocero oficial Juan Pablo Baylac afirmó, por su parte, que Alfonsín, con su gesto contenedor de los dirigentes más duros del radicalismo contra la política económica del gobierno "ha contribuido de manera importante a la garantía de gobernabilidad".
"Alfonsín ha conducido a los dirigentes de la UCR y del Frepaso a sostener que no se retiren del gobierno, a afirmar que la decisión de renunciar a los ministros es del presidente, más allá de que (también él) formula críticas al equipo económico", destacó Baylac.
El documento de la Alianza alertó también que el mensaje de las urnas fue una "demanda inequívoca del fin de una etapa basada en el estancamiento económico, un elevado desempleo, la inseguridad personal, la destrucción de la clase media y la pauperización de los sectores laborales".
El texto ni siquiera mencionó a Domingo Cavallo, a quien hasta ayer el propio Alfonsín sugería que debía abandonar el Ministerio de Economía. En la reunión de ayer entre De la Rúa y Alfonsín no se habló tampoco del futuro de Cavallo, según dijeron los dos máximos protagonistas.



De la Rúa recibió a Raúl Alfonsín.
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