Autoridades judiciales y sanitarias quedaron involucradas ayer en una polémica respecto de la posible aparición del primer caso positivo de ántrax en la Argentina. Altas fuentes judiciales indicaron anoche que análisis practicados a una mujer de unos 50 años, que se encuentra internada en el hospital Muñiz de Buenos Aires, arrojaron un resultado positivo en un "90 por ciento", respecto de su compatibilidad con la bacteria transmisora del carbunco. No obstante, esto fue desmentido rotundamente por el jefe del departamento de atención al paciente infeccioso del Muñiz, Jorge San Juan, y por el secretario de Salud porteño, Aldo Neri.
En el caso interviene el juez federal Jorge Urso, quien se encontraba de turno para recibir denuncias presentadas ante la Policía Federal. El magistrado se reunió con médicos del hospital Muñiz y también con especialistas del Instituto Malbrán.
Los voceros judiciales aseguraron que la mujer -cuya identidad se mantiene en estricta reserva-, fue sometida a un hisopado nasal que detectó la presencia en su organismo de una bacteria que resultó compatible con el ántrax. Pero la secretaria de Prensa de Neri, Matilde Katz, aseguró que "no se registró ninguna internación por ántrax".
En tal sentido, precisó que "un caso de bronquitis originado en el hospital Piñero fue derivado al Muñiz por la presunción de que se tratara de ántrax aunque se comprobó que el catarro que presentaba esa paciente se trataba de una bronquitis".
"La paciente ya fue dada de alta", señaló incluso la vocera.
Frente a esta versión oficial, los portavoces judiciales dijeron que la mujer -que reside en el barrio porteño de Almagro- habría tomado contacto con el agente infeccioso al abrir una carta procedente de los Estados Unidos, la cual contenía publicidad de una empresa de turismo.
Las fuentes judiciales dijeron que la mujer que padecería la enfermedad concurrió hace unos días al hospital Piñero, en Varela 1301, debido a problemas en sus vías respiratorias. Luego de ser revisada por personal de ese centro asistencial -y ante el refuerzo en las medidas de prevención frente a un eventual ataque bacteriológico-, los médicos decidieron derivarla al Muñiz para someterla a controles más precisos, según la explicación de las fuentes tribunalicias. Finalmente, afirmaron que se ordenaron una serie de nuevos estudios para confirmar el diagnóstico presuntivo.
Mientras las versiones por el primer caso positivo de ántrax provocaban serias diferencias entre la Justicia y autoridades sanitarias porteñas, ayer realizó nuevas declaraciones la mujer que utiliza por protección el nombre de fantasía "Patricia" y que fue la receptora del -hasta ahora- único sobre que se comprobó que estaba infectado de ántrax.
La mujer reiteró que no contrajo la bacteria porque al ver el sobre lo consideró extraño y optó por no abrirlo y entregarlo a la policía. "Intuición femenina", indicó.
Por otra parte, allegados al juez federal Rodolfo Canicoba Corral informaron que aguardan que en las próximas horas el hospital Muñiz les envíe el resultado de análisis realizados a otro centenar de sobres con sus respectivos contenidos. Indicaron las fuentes que ya se constató que "el 80 por ciento de las cartas" investigadas no contenía la bacteria, en tanto "el 20 por ciento restante se encuentra en estudio".
Tanto el ministro Lombardo como Neri ratificaron ayer que ninguna persona en la Argentina contrajo el ántrax. Y en un comunicado de prensa, el Ministerio de Salud de la Nación informó que están habilitadas las líneas de teléfono (011) 4801-0137/1477/4858/9538/1623 y el 0800-333-0160, donde puede obtenerse información sobre manipulación de piezas postales sospechosas y síntomas de enfermedades como el ántrax.
Inyección de ozono
En tanto, el titular del Sindicato de Trabajadores Postales, Ramón Baldassini, informó que dentro de 48 horas estaría en marcha la inyección de ozono en las sacas con correspondencia proveniente del exterior que llegan al Aeropuerto Internacional de Ezeiza, para neutralizar la eventual presencia de sustancias tóxicas.
Baldassini dijo que además las sacas, sin abrirse, desde Ezeiza, cuando sean trasladadas a sucursales postales para la distribución volverán a ser inoculadas con ozono, lo que dará una seguridad "casi absoluta" de inmunidad para quienes manipulen los sobres. (Télam y DyN)
La Ciudad
