Atento a cualquier cambio, un grupo de vecinos -en su mayoría habitantes de Fisherton- colmó la sala de reuniones de la Comisión de Planeamiento del Concejo para impedir que el proyecto del Arzobispado sea tratado en el parlamento local. "Esta idea no ha sido consensuada, y además atenta contra el estilo de la parroquia", criticó Silvina Kurtzemann. El lobby de las vecinas pudo más que cualquier pedido de preferencia para abordar ayer el tema en la comisión. Marcela Caffaro Rossi consideró "una inmoralidad que la Iglesia invierta millones de pesos en una reforma edilicia con la pobreza reinante en el país", y aseguró que el templo de Fisherton "es víctima del capricho de un cura que pone en peligro la identidad de la ciudad". Por su parte, el representante de Colegio de Arquitectos José D'Angelo afirmó que la institución "no avalará ningún proyecto que se produzca sobre el histórico edificio", y criticó "las modificaciones que se pretenden sobre una pieza única en su contexto urbano, como por ejemplo hacerle a cococho una nueva construcción".
| |