El chaqueño José Cóceres, quien ayer consiguió el segundo título más importante de su trayectoria al ganar el torneo estadounidense jugado en Lake Buena Vista, en el Estado de Florida, se definió a sí mismo como "el Chilavert del golf" al compararse con sus compatriotas el Gato Eduardo Romero y el Pato Angel Cabrera, de quienes está distanciado por cuestiones meramente profesionales.
"Soy una especie de (José) Chilavert del golf, porque siempre digo lo que pienso", aseguró Cóceres al parangonarse con el polémico arquero del seleccionado paraguayo de fútbol, tras demostrar el domingo que es uno de los mejores, sino el mejor golfista argentino de la actualidad, al ganar un torneo en el que relegó nada menos que a los favoritos estadounidenses Tiger Woods y Davis Love III.
Cóceres nació el 14 de agosto de 1963 en una familia muy humilde de un pueblito llamado La Verde, situado en medio de la selva chaqueña, donde fue criado entre diez hermanos, y se acercó a este deporte a los 13 años, cuando comenzó a trabajar como caddie en el Chaco Golf Club.
En las horas en que no tenía que trabajar, Cóceres copiaba los movimientos de los golfistas con ramas que simulaban a los palos y corchos de sidra, que hacían las veces de pelotitas de golf.
"Este triunfo fue una recompensa por todos los esfuerzos que hice y por eso mis sentimientos son de alegría, euforia y con muchos recuerdos de mi niñez", comentó Cóceres, quien se convirtió en el primer extranjero en ganar el torneo National Car Rental Classic.
Además Cóceres fue el noveno jugador que repite en 2001 un triunfo en los Estados Unidos, donde compiten los mejores golfistas del mundo, y el segundo argentino que lo consigue desde que Roberto de Vicenzo obtuvo dos certámenes en 1957.
La primera, en abril
La primera victoria de Cóceres en el tour de la PGA fue en abril pasado, cuando en el Worldcom Classic derrotó al veterano Billy Mayfair en una ronda de play off.
Por ese torneo Cóceres ganó 630.000 dólares y el domingo embolsó otros 612.000, con lo que lleva ganados 1.496.122 dólares en lo que va del año si se le suman los ingresos de los otros torneos.
Cuando embocó la última pelota, Cóceres mostró una bandera con una leyenda que decía "Feliz día para todas las madres. Feliz día mamá", en una muestra de su gran humildad, la misma que lo lleva a volver a su Chaco natal cada vez que el calendario del golf le deja un espacio para estar con los suyos, tal como él los define.
Con su victoria, el chaqueño Cóceres, quien debutó profesionalmente en 1986, alcanzó su cuarto título profesional después de ganar en Cataluña (1994), Dubai (2000) y Worldcom Classic (2001).
Además la victoria le permitió pasar del puesto 56º al 32º en el ránking del PGA, con lo que se encuentra a dos lugares de clasificarse para el Grand Slam.
"Me llena de orgullo"
"Jugar el Grand Slam es lo más trascendente en el cierre de temporada y estoy muy cerca, lo que me llena de orgullo", comentó Cóceres, quien aseguró que tiene que seguir trabajando para mantenerse en su nivel actual.
"Los torneos se suceden uno tras otro y hay que practicar, seguir trabajando y no aflojar para mantenerse entre los mejores", agregó desde Estados Unidos a la prensa chaqueña quien ayer se coronó por delante de los golfistas más destacados del mundo.
"Ganar con todos esos monstruos detrás fue algo realmente increíble. En un momento sentí que era un ratón y había un montón de gatos con ganas de atraparme detrás de mí", explicó el chaqueño, quien a los 38 años llegó a lo más alto de su carrera apoyado en una palabra que escuchó una y mil veces desde que era muy pequeño: humildad. (Télam)
La Ciudad
