Año CXXXIV
 Nº 49.276
Rosario,
lunes  22 de
octubre de 2001
Min 10º
Máx 22º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com






El polvo fino, el más peligroso portador del mal

Roma. - La presencia de esporas de ántrax unidas a minúsculas partículas, casi impalpables, capaces de penetrar profundamente en los pulmones, revelaría que no se trata de productos "caseros" sino que son elaborados en laboratorios especializados.
Es la opinión del profesor Giovanni Rizzo, titular de la cátedra de higiene de la Universidad de Bari, expresada durante una lección magistral en la Universidad de Roma sobre el tema del bioterrorismo.
El experto explicó que por lo general, las esporas se posan sobre partículas grandes, de 5 micrones, mientras que las preparaciones que permiten que penetre en los alvéolos pulmonares -las pequeñas cámaras del pulmón en las que se realiza el intercambio de gases de la respiración-, superando la barrera del orificio nasal y los cornetes, que están tapizados de pequeños pelos filtrantes, no deben superar el micrón.
"Cuando se usan polvos tan sutiles -aclaró el experto- no se trata nunca de fabricaciones artesanales sino que derivan de laboratorios que usan técnicas sofisticadas".
El carbunclo pulmonar -la que mató a un periodista en Miami y mantiene en grave estado a un empleado postal en Washington- es la forma más peligrosa de la enfermedad: una vez que penetran en los alvéolos pulmonares, las esporas, en condiciones de humedad y excelentemente nutridas, se abren liberando los bacilos del ántrax. Esta modalidad de ántrax tiene una mortalidad del 90%, contra un 20% de la forma cutánea, que ha afectado a alrededor de media docena de personas en EEUU.
Los microorganismos -explicó Rizzo- producen tres toxinas: la primera está contenida en la cápsula que reviste el bacilo, sirve para "enganchar" las células y a hacer penetrar las otras dos toxinas responsables de las lesiones dañinas.
El sistema de defensa del organismo intenta agredir a los invasores a través de "células barrenderas" (los macrófagos) que resultan neutralizadas rápidamente y no pueden cumplir más con sus funciones.
En este estadio de la infección se desencadena la pulmonía que a veces es difícil de combatir con antibióticos. En algunos casos la enfermedad se transforma en infección generalizada de la sangre con la inevitable muerte del paciente. (Ansa)


Notas relacionadas
Un empleado postal de Washington está enfermo de ántrax respiratorio
Powell: es Al Qaeda
La OMS alerta contra la viruela
Diario La Capital todos los derechos reservados