Los boleteros y controles de Rosario Central nucleados en la Unión de Trabajadores de Entidades Civiles y Deportivas (Utedyc) cumplieron ayer un paro en reclamo de una deuda de haberes por unos 85.000 pesos, que data de aproximadamente un año, y que se enmarcó en la disputa que mantiene el presidente del club, Víctor Vesco, con un amplio sector de la comisión directiva. El paro de los empleados de Utedyc provocó una demora en la apertura del estadio y hasta que numerosos hinchas que llegaron temprano ingresaran sin pagar entrada, aunque finalmente los dirigentes lograron abrir las puertas con otros trabajadores del club. "La deuda existe, el problema es que ayer los empleados de Utedyc le cobraron a Central 5.800 pesos, es decir que sumado a la policía, la Municipalidad y la Rosarina, perdimos unos 25.000 dólares", aseguró un dirigente canalla. "Mañana (por hoy) nos va recibir el presidente", confió uno de los delegados de Utedyc, en un dato que habla del fluido diálogo entre Vesco y los dirigentes del gremio.
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