El matrimonio Diez llegó hace tres años desde Buenos Aires para disfrutar del campo que desde hace 45 años posee en Aarón Castellanos. Entre los detalles que buscaron incorporar al lugar pusieron un imponente y forjado portón de entrada que perteneció a la quinta presidencial. "Son las rejas de la puerta de la quinta presidencial de Olivos que desapareció después de la revolución de 1955, estos portones estaban destruidos porque los habían sacado con topadoras, los localicé en un desarmadero, los compré y la gente del ferrocarril de Rufino los reconstruyó, cada puerta pesa 1.600 kilos", relató Diez, quien en ese momento era presidente de un club de fútbol de Buenos Aires. "Hubiera pagado cualquier plata por comprarlas", acotó Diez al reconocer que el precio fue alto.
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