Año CXXXIV
 Nº 49.271
Rosario,
martes  16 de
octubre de 2001
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Gringo viejo
Básquet: Azuaga es uno de los jugadores más experimentados del torneo local

Oscar Lehrer

Alberto Azuaga, de 37 años y oriundo de Santo Tomé, es el jugador con más edad y quizá el de mayor experiencia y trayectoria (compartida con Marcelo Ottolini de Newell's), que juega para Sportsmen Unidos y participa en el campeonato superior de básquetbol de la Asociación Rosarina.
En diálogo con Ovacion, Azuaga recordó su larga campaña, con la que ha sido uno de los pocos que pasó por todas las categorías de la Liga Nacional, y sostuvo: "Mis comienzos fueron en la divisiones inferiores de Unión de Santo Tomé. Más tarde, ya con 20 años vine a Rosario, donde me incorporé a Sportsmen Unidos. Fue precisamente en este club donde prácticamente comencé mi actividad profesional. Después, cuando la Liga daba sus primeros pasos, pasé a Firmat FC, equipo que ascendió al círculo superior. Un año después, en esa misma división, jugué en Unión de Santa Fe, cuando el técnico era Flor Meléndez; luego volví a Rosario para alistarme en Provincial, donde también logramos el ascenso; de ahí me fui a Atlético San Jorge, la mejor institución del país; también estuve en Unión de Sunchales, Central Entrerriano de Gualeguaychú, Echagüe de Paraná, volví a Firmat FC para participar en la Liga Venadense, y últimamente tuve un paso por Atlético Elortondo en la C, para llegar a este presente nuevamente en esta ciudad y en Sportsmen Unidos, donde me siento muy cómodo".
-¿Cómo hacés para mantenerte tan bien a esta altura de tu carrera?
-Vivo en Santo Tomé y por eso con los muchachos de Sportsmen me entreno una vez por semana. Pero en Santo Tomé trabajo mucho en un gimnasio, sin excesos.
-Pasaste por muchos clubes. ¿Recordás a alguno en especial?
-No lo digo para quedar bien, pero de todos los clubes tengo algún recuerdo. Sportsmen fue el club que me abrió la puertas al profesionalismo. El ascenso con Firmat FC. Los dos años en Provincial, con un ascenso de por medio. Una entidad que si no hubiese sido por el egoísmo y la envidia de los que practicaban otras disciplinas deportivas estaba para grandes cosas. En Unión de Sunchales pasé cuatro años inolvidables jugando y trabajando con las divisiones menores. No me olvido de Central Entrerriano. Cuando llegué a Gualeguaychú, Central era un club con una cancha de básquet y una comparsa (Marí Marí obtiene los principales premios en efectivo en los carnavales de esa ciudad). Por suerte sus dirigentes supieron escucharme y en poco tiempo hicieron un básquetbol profesional que todavía perdura. Mi última actuación en el TNA fue hace tres temporadas en Echagüe de Paraná, donde si el técnico de ese entonces (Pablo Columba) me hubiese entendido hoy todavía podría estar.
-Pasada tu etapa de jugador, ¿te gustaría seguir ligado al básquet como técnico?
-Claro que me gustaría. Ya trabajé en divisiones formativas y creo estar en condiciones, por lo mucho que acumulé a lo largo de mi carrera, de hacerlo en primera división. Mi básquetbol es simple, práctico y fácil de entender.
-¿Un técnico que te haya dejado algo?
-De todos saqué algo. La primera vez que estuve en Sportsmen, Norberto Zuliani me enseñó las picardías que tiene el básquetbol. A Mario Guzmán, con quien no me llevaba bien en Firmat FC, con el tiempo lo entendí porque me di cuenta de que lo que me pedía era para favorecerme. Y Flor Meléndez, en ese Unión de Romano, Milovich y Camisassa entre otros, fue tanto lo que me dejó que todavía como jugador trato de aprovecharlo.
-¿Te sorprende que la Liga no haya picado en Rosario?
-Es algo que no termino de entender. No me cierra que Rosario, lo mismo que Santa Fe, no tenga por lo menos un equipo en el TNA. En un momento pudieron estar Provincial, Newell's Old Boys, Rosario Central y Unión, pero vaya a saber cuáles fueron los motivos por los que tuvieron que desertar y en la actualidad tienen que conformarse con un básquetbol de buen nivel, pero de entrecasa. Lo lamentable es que muchos dirigentes no se hayan dado cuenta de que si no hubiese nacido la Liga Nacional, el básquetbol en el país no existiría.
-¿Hasta cuándo vas a jugar?
-Hasta que tenga ganas de entrenarme y de jugar. El entusiasmo de seguir me lo dan mis dos chicos, uno de 7 años y el otro de 11, que están dando sus primeros pasos en este hermoso deporte en el club donde me inicié: Unión de Santo Tomé.


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