Año CXXXIV
 Nº 49.271
Rosario,
martes  16 de
octubre de 2001
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Dos rosarinos involucrados en una presunta malversación de fondos
Un inversor italiano denunció por estafa a un abogado y un empresario
Les inició una demanda por pedirle prestados 140 mil pesos que jamás devolvieron. Habría otro involucrado

Walter Gasparetti

Las Rosas.- Un inversor italiano que hace tres años se radicó en esta ciudad denunció haber sido víctima de una estafa por parte de un reconocido abogado y un empresario de Rosario -familiares entre sí- que se habrían valido de la amistad que tenían con él para pedirle prestados 140 mil pesos que a la fecha no devolvió.
El denunciante es Luigi Cardarello, un ciudadano italiano radicado en la Argentina con la intención de invertir su capital comprando campos. Pero según la denuncia que el hombre radicó en un juzgado de Cañada de Gómez, un abogado con el que trabó amistad a poco de arribar al país le sugirió que no lo hiciera y, al poco tiempo, le solicitó a préstamo 140 mil pesos que jamás le devolvió o intentó pagar con documentos incobrables. De acuerdo a voceros de la investigación, defraudaciones similares alcanzarían a otros productores rurales de la zona.
Cardarello es un sonidista de 37 años que trabajó en Roma para la RAI y que se radicó en Las Rosas luego de conocer, en 1989, a Mercedes Alicia Beribe, oriunda de esa localidad del departamento Belgrano. La pareja se casó en Italia en 1990 y, tras ocho años de madurar la idea de emigrar, tomó la decisión de vivir en la Argentina.
Entonces, el inversor italiano se vinculó con un abogado de la zona, que en la actualidad vive en Rosario, a quien le confió algunos trámites jurídicos. Así nació una relación de amistad y de negocios por la cual compraron hacienda en forma conjunta y se dedicaron a criarla en un campo del letrado.
"En un momento de la relación yo le pedí ayuda para poder ingresar al país todo mi capital, unos 250 mil pesos, y él me asesoró para abrir una cuenta bancaria. Mi idea era comprar un campo en la zona", contó el italiano en perfecto español.
Cardarello siguió recibiendo asesoramiento del abogado, a quien "consideraba un amigo". En el marco de esa relación, el profesional le aconsejó al inversor que postergara la compra del campo por cuestiones ligadas a las "fluctuaciones del mercado" y le pidió una suma de 140 mil pesos para realizar algunos negocios.
"Esa cifra nunca la devolvió. Intentó pagármela en varias oportunidades pero con cheques y documentos que resultaron incobrables. Durante las negociaciones me presentó a su suegro, el administrador de un reconocido instituto de radiología de Rosario, que posteriormente se sumó a la estafa", dijo Cardarello.
En este contexto, la familia de Las Rosas presentó una demanda contra los supuestos estafadores solicitando además al juzgado Civil y Comercial de Cañada de Gómez que se declare nula la donación de los principales bienes de los deudores a otros familiares. En rigor, son dos inmuebles rurales ubicados en el departamento San Jerónimo que los propietarios transfirieron poco después de recibir el préstamo del italiano.
La denuncia presentada en los Tribunales de Cañada de Gómez señala -además- que los damnificados hicieron varios a viajes a Rosario para pedir la restitución del dinero y que los deudores le entregaron un pagaré de l00 mil pesos y varios cheques de la cuenta personal de la esposa del abogado.
"Al pagaré no lo pude cobrar y los cheques tampoco porque fueron rechazados por el banco por falta de fondos. Incluso, algunos de los documentos los entregué a la firma Agricultores Federados Argentinos como parte de pago por el campo que adquirí", relató el denunciante.

Otros damnificados
"Esta persona que consideraba amiga me llevaba al campo y la extensión de los terrenos me fascinó. Era algo que yo no conocía en Italia. También me gustó la tranquilidad de Las Rosas. Esta nueva vida, que sólo disfrutaba en cada viaje, me atrapó. Esa es la causa por la cual dejé todo en Italia y me vine a la Argentina", narró Cardarello.
El italiano contó además que la maniobra afectó severamente su moral porque considera que los deudores "se ríen de las personas que fueron estafadas". Cardarello alega que esto se debe a que muchos damnificados "son campesinos y gente de bien que solo piensa en trabajar".
Además, según consignó, los presuntos estafadores "viven en forma ostentosa. La mujer del abogado tiene personal trainer y están vestidos de primera. Y lo que me da bronca es que esta gente vive estafando", dijo molesto.
Para Cardarello, la maniobra que lo tuvo como víctima es apenas una parte de las estafas que estas personas han hecho en la zona. "Muchos no se animan a denunciar porque prestaron cifras que no pueden demostrar. En cambio mi dinero es legal y voy a luchar hasta recuperarlo", resaltó.
"Al darnos cuenta que podíamos ser víctimas de una maniobra, y en el intento de no ser burlados en nuestros legítimos derechos, realizamos las averiguaciones del caso y tomamos conocimiento de que, en fechas muy recientes, los demandados habrían realizado donaciones a favor de familiares", dijo el italiano a este diario.
La estafa de la familia rosarina perjudicó no sólo a Cardarello sino que además abortó proyectos de inversiones que otros italianos estaban proyectando en la Argentina. "Es increíble porque soy uno de los pocos extranjeros que confió en este país y esta gente limpió todo mi dinero", dijo con indignación.



Cardarello y su esposa, indignados y decepcionados.
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