Pablo F. Mihal
Trelew (enviado especial). - Una defensa inexpugnable. Mucho valor. Paciencia. Oportunismo. Inteligencia. Algunas de las claves por las que ayer el seleccionado mayor de la Unión de Rugby de Rosario logró su segunda victoria en otras tantas presentaciones en este 57º Campeonato Argentino. El juego vistoso no se vio, pero eso no importó, se sacó adelante un partido muy complicado. Sólo servía la victoria para que Rosario pudiera complementar el importante triunfo que consiguió ante Buenos Aires. Y la consiguió. Superó a un rival difícil como los son los Tehuelches, en un reducto muy complejo como la cancha de Patoruzú, que ayer estuvo colmada de espectadores que fueron a alentar a su equipo en su primera presentación como local en la elite del rugby nacional. El marcador final de 17 a 6 habla a las claras de lo que fue el partido, un cotejo que comenzó con un equipo local presionando y arrinconando a Rosario contra su ingoal, con un juego muy desprolijo, pero que en un primer momento les dio sus frutos. Hizo que Rosario, de a ratos, se metiera en su juego y con muchas más ganas que rugby intentó llevárselo por delante. Pero en la vereda de enfrente Rosario aguantó una y otra vez esos embates. Se defendió de una manera impecable y no se desesperó. Hubo algunos chispazos típicos de un partido de mucho roce, pero en líneas generales los rosarinos nunca perdieron la calma y jugaron ordenados mientras pudieron, ya que una molesta marca siempre estuvo dispuesta a cortar el juego, sin dudar en apelar a una gran cantidad de penales para conseguirlo. La presión ejercida hizo que las imprecisiones fueran una constante. El partido cayó en un pozo, se hizo muy trabado, cortado, y las acciones de peligro se vieron en cuentagotas. A los 3' Krebs abrió el marcador y recién a los 33' se volvió a modificar, con un penal de Luppino que ponía a los Tehuelches 6 a 0 arriba. Agazapado, Rosario supo esperar y el viento en contra del primer tiempo sería un aliado. Pero antes de ir al descanso pegó la primera estocada. La velocidad de Spirandelli marcó la diferencia y Rosario se acercó. El try sobre el final del primer tiempo fue una inyección anímica importante. En el complemento a los rosarinos les bastó con 7 minutos para definir el pleito. La inteligencia del Darda del Castillo poniendo un sombrerito a la defensa y la rapidez del Monito Spirandelli para ejecutar la maniobra dejaron mudos a todos los asistentes en el primer try del complemento. Un inconducta del octavo Nicolás D'Addona permitió que, penal mediante, Rosario se vuelva a meter en la última línea. El conjunto rosarino buscó el hueco y Moliné lo encontró. Amagó a dar un pase, se quedó con la pelota y se metió en el ingoal. Nicolás Morcino anotó la conversión y a partir de allí el marcador no se modificó. Los Tehuelches, obligados por el marcador, salieron en forma desordenada a querer revertir la historia, pero la defensa de Rosario dijo no y aguantó estoicamente hasta el minuto final. Si bien Rosario no pudo desarrollar su juego, ganó y quedó como único puntero. Eso es lo que cuenta.
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