La Bolsa cerró en virtual empate y las tasas interbancarias bajaron en el día de ayer. Pero el riesgo país se elevó a 1.832 puntos, de la mano de una rebaja de la calificación a la deuda argentina por parte de las consultoras Moody's y Fitch. La razón es que el gobierno avanza en su plan para reestructurar el pasivo público a través de un canje de títulos, lo cual podría afectar los resultados de los inversores de esos títulos. La seguidilla de malas notas (el miércoles había sido el turno de Standard & Poor's) no conmovieron, al menos públicamente, al presidente Fernando de la Rúa. "No nos afecta porque la Argentina no está tomando créditos", dijo.
El miércoles pasado, la calificadora de riesgo crediticio Standard & Poor's bajó la nota de la deuda argentina, ubicándola entre los países al borde default. Ayer le siguieron Moody's y Fitch.
Moody's pasó la nota de la deuda en pesos y dólares de Caa1 a Caa3 y lo explicó porque "se han incrementado los riesgos de que pueda presentarse una situación claramente adversa al crédito" para la Argentina. La agencia dijo que "la incertidumbre vinculada a los próximos hechos políticos (léase elecciones) contribuyeron a crear más tensiones en la posición financiera del gobierno, pese a un esfuerzo concreto para cumplir con la ley de déficit cero".
Uno poco más clara es la agencia en otro comentario: "El apoyo aparente de las instituciones financieras internacionales a soluciones alternativas para el problema de la deuda argentina, más las indicaciones de que el gobierno tiene intenciones de realizar canjes domésticos, bajo condiciones potencialmente adversas para los inversores domésticos, son un reflejo de las opciones limitadas que tiene el gobierno al continuar enfrentando situaciones extremadamente difíciles en varios frentes".
Fitch, que bajó la nota argentina de B- a CCC-, anotó entre los pecados "las demoras del gobierno nacional en transferir la coparticipación a las provincias, la recesión económica con un aumento en las tasas de interés y el canje inminente de la deuda pública doméstica para reducir los pagos de interés a corto plazo".
El riesgo de los inversores
Las calificadoras, que cuentan entre sus clientes a los tenedores de bonos de deuda, no comulgan con el canje que planea el gobierno y que obviamente encuentra resistencia entre los tenedores locales.
Según trascendió ayer, el gobierno tendría en carpeta un proyecto de ley que propicia modificaciones en la ley jubilatoria para permitir que las AFJP puedan realizar el canje de activos sin que ello signifique la enajenación de los fondos que administran. Mientras Economía ofrece nuevos bonos al 8%, las administradoras tienen en cartera títulos con un rendimiento superior al 20%.
Paralelamente, las autoridades trabajan en la refinanciación de las deudas provinciales con las bancos. La intención oficial es que se pueda anclar esos préstamos a una tasa del 8% anual y se eliminen todas las cláusulas que potencian los intereses, en particular, las que los atan a la evolución de la tasa de riesgo país.
Precisamente, la suba del riesgo país es el talismán contra la posibilidad de que el gobierno intente licuar en parte las acreencias de AFJP y bancos. Mauro Leoz, analista senior de Moody's, explicó que la rebaja en la calificación anunciada ayer obedece a "los anuncios de que el gobierno está preparando un nuevo canje de deuda doméstica inicialmente con fondos de pensión y bancos, en los cuales aparentemente las condiciones que se van a dar en ese intercambio no van a ser favorables para los tenedores de títulos".
"Los tenedores de bonos van a tener un sacrificio en términos de las tasas de interés o de alguna otra condición incorporada y todo eso lo que refleja es que ha deteriorado todavía más el riesgo crediticio", señaló.
Más claro: "Es difícil desde el punto de vista cualitativo hablar de un determinado grado de voluntariedad del canje (...) lo más importante es que va a haber un costo para los tenedores de bonos".
La Bolsa empató
En el recinto de la Bolsa porteña estaban mirando otra película. Si bien hubo tomas de ganancias luego de una semana en el que Merval subió más del 8,42%, la prudencia de los operadores dejó al indicador líder en un virtual empate (0,60% arriba). La sacaron barata en un día complicado para la principal Bolsa de referencia, la de Nueva York, angustiada por un nuevo caso de antrax en el país del norte.
El bajón de los bonos globales -la emisión 2008 la más líquida perdió 1,21%- sí tuvo su correlato más inmediato en una suba del riesgo país.
El costo del dinero bajó del 25 al 22% en operaciones a tres días, según la encuesta realizada por el Banco Central.
Para el presidente Fernando de la Rúa, la gente no debe asustarse cuando escucha la palabra riesgo país, porque "no tiene significación".