Los últimos evacuados de barrio Nuevo Alberdi retornaron ayer a sus casas, luego de que fueran evacuados de sus domicilios por las intensas lluvias caídas en Rosario. Y lo hicieron en medio de una tensa vigilia. Si bien el clima mejoró, la tenue lluvia de ayer puso en alerta a las autoridades de Defensa Civil, que además están pendientes de lo que pueda ocurrir con el canal Ibarlucea por el agua que le llega de los alrededores. El organismo sigue de guardia en el barrio del noroeste rosarino, donde continúa la asistencia alimentaria, de ropas y de emergencia médica si es requerida. Estas 185 personas que ya están en sus hogares integraron el total de 490 afectados que permanecieron 72 horas alojados en el Batallón de Comunicaciones 121. Defensa Civil trabajó en la zona de Grandoli Norte al 3400 y no se descartaba que, de persistir las malas condiciones climáticas o de generarse un peligro de desborde del canal Ibarlucea, se vuelva a evacuar a más vecinos. Nuevo Alberdi y Villa Banana volvieron a la normalidad. Al menos eso fue lo que sintieron las casi 500 personas que sufrieron momentos de zozobra cuando vieron sus casas prácticamente tapadas de agua el lunes pasado. La vuelta a casa desde el Batallón de Comunicaciones se hizo previa desinfección de Política Ambiental en lo que quedó de las viviendas. También se le suministró a la gente cloro y elementos de limpieza para que dejara las casas en condiciones habitables antes de ingresar. Muchos de los vecinos tuvieron que empezar de cero, como les ocurre después de cada temporal de estas características. "Como son casas muy precarias, se les suministró chapas y tirantes para que reconstruyeran sus viviendas, y se les instaló nuevamente la corriente eléctrica", dijo el titular de Defensa Civil, Marcos Escajadillo En la zona de Nuevo Alberdi se mantiene un "escenario de alerta", según las palabras del funcionario. Allí hay una guardia permanente de la Central de Operaciones de Emergencias, un equipo de trabajadoras sociales de la secretaría de Promoción Social, y hasta se sumó un grupo de ex combatientes que cocinan para los damnificados. De todos modos, el fantasma de las inundaciones sigue latente. El problema más grave es la lluvia sobre las localidades vecinas, ya que el barrio Nuevo Alberdi está a los costados de la cuenca del canal de Ibarlucea, el cual carece de obras de hidráulica. "Al llover en ciudades como Casilda o Roldán, por ejemplo, todas esas aguas vienen por los canales Ibarlucea y Salvat, que son los que proporcionan los desbordes por no tener una infraestructura adecuada", se lamentó Escajadillo. Una de las soluciones posibles sería la finalización de las obras de canalización en al Ibarlucea y todo el saneamiento del Salvat, pero para esto habrá que esperar, ya que esas obras, si bien están proyectadas, no cuentan con presupuesto para su ejecución.
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