El entrenador de San Lorenzo, el chileno Manuel Pellegrini, sostuvo ayer que era necesario que los problemas económicos del club salieran a la luz, al tiempo que reconoció que la compleja situación institucional podría perjudicar el rendimiento del equipo.
"No me gustó nada ser tapa de los diarios por toda esta cuestión económica, pero se fueron acumulando una serie de problemas que lamentablemente tenían que explotar y mi responsabilidad era hacerlo sentir desde mi lugar. Además cuando existen problemas económicos es lógico que repercutan en el ánimo de los jugadores", expresó Pellegrini ayer en la conferencia de prensa que brindó al término del entrenamiento realizado en el Nuevo Gasómetro.
El técnico evitó hablar de su continuidad al frente del equipo pero reiteró que siempre mantuvo firme el deseo de cumplir con su contrato, que vencerá a fin de año.
"Mi idea es cumplir con el contrato que tengo firmado hasta diciembre, siempre fui de cumplir mis compromisos", agregó el chileno.
Pellegrini, quien el miércoles -al igual que sus colaboradores- cobró el dinero que le adeudaban correspondiente a los meses de julio y agosto, dijo estar más tranquilo que en los últimos días al haberse solucionado "una cantidad de aspectos económicos importantes".
La práctica
En cuanto a lo futbolístico, el plantel realizó ayer el primer entrenamiento de fútbol desde el parate y Pellegrini comenzó a diagramar el equipo que el próximo jueves buscará clasificarse para los cuartos de final al visitar a Nacional de Montevideo.
Al referirse al choque ante los uruguayos, que será arbitrado por el paraguayo Epifanio González, comentó que su resultado estará "unido tanto a lo deportivo como a lo económico", en alusión a los 450 mil dólares que embolsará el club en caso de que el equipo se clasifique para la ronda siguiente.
"Sabemos que pasar de ronda en un torneo internacional significa para el club un ingreso importante y nosotros debemos ayudar al club para que cumpla con sus obligaciones", destacó Pellegrini, quien admitió tener algunas dudas respecto de cómo reaccionarán sus dirigidos en la cancha luego del conflicto con la dirigencia.
"Por un lado estos traspiés pueden bajonear al plantel. Eso puede suceder, pero en la medida que se encuentran las soluciones los jugadores se pueden volver a motivar. En la conducción de un plantel de fútbol es fundamental la parte motivacional, y mientras la motivación esté alta es más fácil trabajar y conseguir los objetivos. A eso apuntaremos en estos días de trabajo", prosiguió.
Por último, Pellegrini afirmó que su equipo "está capacitado" para ganar la Mercosur pese a que le "hubiera gustado jugar en condiciones más normales".