El ex futbolista Diego Armando Maradona dijo ayer que "sería un milagro" jugar aunque sea "unos minutos" con Boca Juniors la final de la Intercontinental, tras enterarse que un allegado a la entidad xeneize mencionó esa posibilidad.
Maradona fue consultado acerca de la posibilidad de jugar en Tokio, ante el Bayern Munich el 27 de noviembre próximo a través de un diálogo telefónico mantenido con radio La Red desde La Habana donde cumple con su tratamiento de rehabilitación por su adicción a las drogas.
Sin embargo, el ex capitán del seleccionado argentino campeón del mundo en 1986 tuvo durante bastante tiempo su ingreso prohibido en Japón, donde se realizará la final de la Intercontinental, por la causa penal que se le inició en la Argentina por tenencia de drogas.
Por esa razón, Maradona no pudo jugar un partido amistoso junto al seleccionado argentino dirigido por Alfio Basile, en 1994, previo al mundial de los Estados Unidos.
La versión de que Maradona podría jugar para Boca algunos minutos de la final surgió de la misma radio que consultó al astro sobre el tema.
"Jugar aunque sea unos pocos minutos de ese partido sería para mí estar al lado de Jesucristo. Sería sensacional, yo por las dudas ya me estoy probando la camiseta, aunque no juegue", consideró Maradona.
El ex jugador opinó que "nada es imposible" ya que, agregó, "hace un tiempo me llovían los e-mail en los que se pedía que se retirara la camiseta 10 de la selección y todo se veía como lejano, y ahora, se está por dar ese fenómeno; por eso no hay que descartar nada", señaló con referencia a la posibilidad de jugar la final de la Intercontinental.
Asimismo, el crack se refirió al estado en que se encuentra su preparación física para el partido que en su homenaje se realizará en el estadio de Boca Juniors, entre el seleccionado argentino y un equipo de estrellas, el próximo 10 de noviembre.
"Estoy cumpliendo una tarea muy seria. Nunca le eludí la responsabilidad a ningún compromiso y esta vez, por mis hijas, Dalma y Yaninna, mis padres, por Claudia y por todos los maradonianos, tenía que ponerme en forma para no defraudarlos, ya que ellos estuvieron siempre junto a mí en los momentos difíciles", continuó el astro.
Por su parte, su representante y amigo, Guillermo Coppola, que ayer festejó en Cuba, junto a Maradona, su cumpleaños número 53 dijo que regresó a la isla "tras estar cuatro días en la Argentina y comprobé que los cambios que se producen en Diego, día a día, son asombrosos".
"Está mucho más tranquilo, más sereno, con los kilos que ha perdido para afrontar este compromiso del partido homenaje", dijo el apoderado de Maradona. (Télam)
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La Ciudad
