Una ciudad cálida, que por suerte no es "ni demasiado grande ni demasiado chica", con una costa que se desarrolla, una buena oferta cultural y obras de relevancia, pero donde falta limpieza, los chicos piden por las calles y el tránsito muestra su desorden. Así ven lo bueno y lo malo de Rosario los cónsules de Chile, Bolivia, España, Italia y Paraguay, que con motivo del Día de la Hispanidad fueron consultados por La Capital. La mirada extranjera sobre Rosario dio, al fin de cuentas, un balance positivo.
El cónsul español en Rosario, Nicolás Martín Cinto, aseguró que coincide con la Municipalidad en que "es la mejor ciudad para vivir", y rescató la calidez que ofrece: "Es un lugar que mantiene toda su dimensión humana porque cuenta con las ventajas de una gran ciudad pero sin sus inconvenientes, además de que demuestra cada vez más que el hombre es todavía hombre y no una máquina de producción".
Pero a la hora de las observaciones, apuntó: "Las calles suelen estar un poco sucias por las tardes". En el mismo punto coincidió el representante de Chile, Ricardo Plaza Duco, al señalar: "Deberíamos ocuparnos un poco más de la limpieza de las calles de la ciudad, porque hay una costumbre de dejar tiradas bolsitas y otros residuos. Todas las ciudades, y también Rosario, tienen una imagen que cuidar y todos tenemos que contribuir".
Pero el cónsul chileno, que vive en Rosario desde hace casi dos años, no olvidó rescatar "el crecimiento" de la ciudad. "Es un lugar que tiene que aprovechar su ubicación estratégica y ya está encaminado en ese sentido, ya que desde hace tiempo la ciudad se está desarrollando hacia el Paraná", afirmó Plaza Duco, y agregó: "Esa apertura le brinda además un gran potencial turístico".
Preservar la ciudad
La cónsul de Bolivia, Margarita Arauz, aseguró estar "totalmente enamorada de Rosario", pero no dejó de indicar el déficit que tiene la ciudad en algunos aspectos.
"Rosario tiene que apuntar a conservar su patrimonio, porque creo que en ese sentido no cuenta con una política de preservación demasiado firme", opinó Arauz, quien graficó su posición al recordar que el dolió "profundamente" que se tirara abajo una casona del Paseo del Siglo.
La diplomática insistió con que "a esos edificios que son parte del patrimonio de una ciudad no sólo hay que preservarlos, sino que hay que reciclarlos y arreglarlos. La sede de la Gobernación es un edificio hermoso, que tendría que estar a punto y arreglado como merece", ejemplificó.
Para Arauz "la limpieza de las calles y de las paredes de la ciudad es otro de los aspectos en los que hay que trabajar", así como en la entrada a la ciudad desde la autopista que une Rosario con Buenos Aires. "No es una muy buena bienvenida", apuntó.
Pero la representante de Bolivia también contó que lo primero que la "enamoró" de Rosario fue el Monumento a la Bandera, y aseguró que todavía hoy le "impacta" y la "emociona". Y destacó la importancia del desarrollo que tuvo la ciudad y que se ve en "la gran oferta cultural, los paseos, los espacios verdes y las playas".
Los chicos, un problema urgente
"Me conmueven los chicos carenciados pidiendo en las esquinas, tanto de los barrios como del centro; creo que es el problema más urgente que debe solucionar esta ciudad". Esa fue la primera impresión de la cónsul de Paraguay, Elsa Marlene Galaverna de Osella, que tampoco dejó de reconocer "el crecimiento de Rosario".
"Las obras como el puente Rosario-Victoria y las mejoras en la zona del Monumento Nacional a la Bandera no sólo cambian la fisonomía de la ciudad, también muestran cómo se está desarrollando", aseguró la representante paraguaya, quien remarcó "la importancia que tendrá el puerto cuando vuelva a funcionar".
El recién llegado cónsul de Italia, Giovanni Marocco, dijo que Rosario tiene la "calidez" de una ciudad que "no es ni demasiado chica ni demasiado grande", aunque contó que en las seis semanas que lleva aquí notó que "el tránsito es demasiado desordenado".
"La limpieza depende de las horas del día", comentó Marocco, antes de asegurar que "por la tarde, antes de que pase el camión de la basura, se complica mantener las calles limpias".
Aunque admitió que no puede hacer todavía "un análisis profundo de la ciudad", aseguró que "es una zona con grandes oportunidades, sobre todo en las pequeñas y medianas empresas". Y sin bien afirmó que "es un lugar con potencialidades", dijo que "hay que esperar que la coyuntura económica sea más favorable para comenzar un camino de crecimiento".
El representante italiano rescató el hecho de que "el río no sólo es un hermoso paisaje que hay que explotar", sino que "siempre fue un gran recurso para la ciudad y va a volver a serlo".