Esta vez sí. A 24 horas de haber festejado su cumpleaños número 28, Raúl Horacio Balbi se encontró con el día más soñado, el que acuñó durante tantos entrenamientos, a lo largo de 51 combates profesionales, esa ilusión mundialista que se fue a la lona el 22 de febrero de 1997 por los puños del uzbeko Artour Grigorian en el undécimo asalto. Pero eso ya fue. El presente muestra al Pepe Balbi como campeón mundial liviano porque ayer se dio el gran gusto de destronar al francés Julien Lorcy en el Palacio de Deportes de París. La conquista de Balbi no es un triunfo más, se trata de la victoria que le permite al boxeo argentino por primera vez tener un campeón mundial en esta categoría. Obtención que no fue fácil. Porque Lorcy defendió con todo su amor propio la corona, pero la convicción del argentino y la certeza de sus golpes fueron un problema sin solución para el local. Pepe inició el desafío buscando abrir la defensa del ahora ex campeón con rectos de izquierda y envíos al cuerpo, pero los buenos desplazamientos laterales de Lorcy y su capacidad para contragolpear hicieron que los dos primeros asaltos transcurrieran en equilibrio. Sin embargo, en el tercer round el boxeador de Moreno conectó dos impactos de izquierda a la cabeza del francés y otro tremendo zurdazo que abrió una profunda herida en el párpado derecho de Lorcy. De ahí en más la pelea fue tremenda. Con un Balbi en constante ataque y un Lorcy que lo intentó frenar con algunos golpes de derecha, pero el excelente estado físico del bonaerense prevaleció en la lucha . En el séptimo la pelea pareció encontrar un final, porque en los últimos segundos Balbi logro elaborar una estupenda combinación de izquierda y derecha que sentó al francés sobre la lona, pero el ensangrentado anfitrión se levantó y la campana lo salvó de un seguro nocaut. En el octavo round el boxeador galo ensayó una reacción, pero otra vez las izquierdas de Balbi aniquilaron las fuerzas de Lorcy y su rostro se fue desdibujando detrás de un manto de sangre. El médico de la AMB subió al cuadrilátero en dos oportunidades para revisar la herida del maltrecho Lorcy, pero de manera inexplicable lo dejó seguir combatiendo. Los últimos pasajes de la pelea fueron reiterativos, porque Balbi siguió ocupando el centro del ring y desde allí inició una y otra vez los sucesivos ataques que obligaron al boxeador local a aferrarse al cuerpo del argentino para evitar un mayor castigo. En el epílogo del enfrentamiento, Balbi volvió a dejar a Lorcy al borde del nocaut, pero el francés se las ingenió para terminar de pie luego de que Pepe le propinara una verdadera paliza. Los intentos mundialistas fallidos en la categoría liviano de Kojak Silva, Cirujano Morales, Sicurella, Ríos y del propio Balbi ya son historia. Esta vez el Pepe rompió con la mala racha. Esta vez Pepe pudo y es el nuevo campeón mundial liviano. Hizo todo para serlo. Seguramente el Mono Gatica se suma a un festejo de una corona que él no pudo colocarse.
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