Año CXXXIV
 Nº 49.262
Rosario,
domingo  07 de
octubre de 2001
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La industria, después de los atentados

El edificio donde funcionaba Hartford Life en Nueva York fue el tercero que se desmoronó por los atentados terroristas que sacudieron al mundo. Gregory Boyko, titular de la compañía, habló sobre las consecuencias humanas y económicas de los lamentables siniestros. "Las empresas de seguro de los Estados Unidos, donde la industria es muy fuerte, han podido hacer frente a los siniestros. En el caso de Hartford suman 450 millones de dólares. A pesar de ser un monto importante, es poco menos que el ocho por ciento que el patrimonio de la empresa, que suma 6.000 millones de dólares. Si dividimos lo que es la parte de vida respecto de los seguros de vida el impacto fue de 30 millones", dijo el ejecutivo.
-Esta guerra, inédita en sus características ¿puede afectar el costo de los seguros?
-De continuar estos actos terroristas a través del tiempo las compañías de seguros van a llegar a un límite. En este límite podrían ocurrir tres cosas: 1) Que los costos del seguro se incrementen. 2) Que se consideren este tipo de atentados como actos de guerra. 3) Que el gobierno federal ponga un tope máximo de cobertura sobre estos actos y afronte los gastos excesivos. Esta última es la posición de nuestra compañía. La semana anterior se juntaron las principales compañías de seguro con el presidente (George W.) Bush y le plantearon esta situación; él todavía no ha contestado.
-¿La empresa sufrió consecuencias directas de los atentados?
-Nosotros teníamos 300 trabajadores en el tercer edificio que se cayó en el World Trade. Afortunadamente los pudimos evacuar a todos a tiempo sin tener que lamentar muertos ni heridos. Pero por el hecho de estar en este negocio en Nueva York desde ya que tenemos muchos amigos, como los de Merril Lynch y Morgan Stanley, que sí fallecieron en la tragedia. También quiero contar que no bien sucedieron los siniestros, las empresas aseguradoras llegaron en camionetas para pagar muy cerca del siniestro muy cerca del lugar de lo ocurrido. También se puede destacar entre todo lo malo que la gente vio a las aseguradoras con una visión diferente, porque se dio cuenta de la importancia de tener cobertura sobre las propiedades y la vida.
-Haciendo la salvedad del drama, ¿se puede prever entonces una perspectiva positiva para el negocio?
-Sí, entiendo que vendrá una mejor valoración de la importancia del seguro. Pero más importante aún es un segundo aspecto que se puede rescatar de la tragedia. Yo tengo 49 años y nunca los EEUU estuvo tan unido desde la segunda guerra mundial. Esto me permite ser optimista como para poder pensar en que la economía se recuperará en una manera mucho más rápida, y que esto ayudará a diferentes industrias, incluso el seguro.
-¿Qué efectos se pueden esperar en materia económica, en cuánto a los EEUU como Estado y sus empresas en el mundo?
-Estamos viendo una caída en la economía norteamericana, que se puede ver con mayor nitidez en algunos sectores como las líneas aéreas y la diversión, pero la globalización, como se puede ver en la televisión o en Internet llegó para quedarse. Nosotros, a pesar de estar pagando 450 millones de dólares, tenemos 6.000 millones en capital y seguimos interesados en países como Argentina, así como también lo hicimos en Japón y Brasil.


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