Año CXXXIV
 Nº 49.259
Rosario,
jueves  04 de
octubre de 2001
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Descartan delito en la muerte del otro joven

El juez penal sanlorencino Eduardo Filocco sostuvo que "todavía no hay indicios de que haya habido delito" en el marco de la llegada de los dos africanos en un barco de bandera filipina. Como informó La Capital en su edición de anteayer, en el buque del que se arrojó Moohmed Baldé se encontró el cadáver de otro joven en un lugar de difícil acceso, un compartimento externo al casco por donde se examina el estado del timón.
"La función del juzgado -explicó Filocco- es determinar si hubo algún delito en torno al caso. Hasta ahora, por las declaraciones del chico y otras actuaciones de la Prefectura sanlorencina no hay ningún indicio de ello".
El magistrado coincidió con el delegado rosarino de Migraciones, Marcelo Marchionatti, quien se mostró convencido de que la tripulación del Aurora Emerald no sabía de la existencia de los polizones, lo cual es atípico en este tipo de casos. "Al lugar en el que fue hallado el cuerpo -dijo el juez sanlorencino- y en el que el sobreviviente dijo haberse escondido no puede accederse desde el interior del barco, sin abrir una escotilla. Ese sitio está sellado porque cuando el barco está cargado se inunda". Filocco agregó que en los compartimentos examinados no se encontraron restos de comida ni ropa.
"Se presume que murió deshidratado y no hay indicios de que haya habido una muerte violenta", agregó el magistrado respecto del otro joven, que aparenta tener unos 15 años y aún no fue identificado; incluso Moohmed declaró que no lo conocía y que recién lo vio al momento de bajarse del barco en las costas puertenses.
Por su parte, Prefectura corroboró que está descartado que la tripulación haya sabido de la existencia de los polizones y sostuvo que no hay nada que impida que el barco siga con sus tareas habituales. Los responsables de la tripulación ya fueron interrogados, así como Moohmed. No hay motivos legales -dijeron- para retener al barco, que esta tarde cargará cereal en Vicentín y zarpará rumbo a Bahía Blanca.
Asimismo, señalaron que Moohmed les dijo que no comió nada en once días y sólo bebió agua de mar; les pareció "milagroso que esté con vida". También indicaron que el chico llegó "en una especie de tabla o canoa precaria" a la popa del barco y accedió así al hueco por el que ingresó al buque.


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