Emilio Massera se negó ayer a declarar y denunció una "campaña de persecución y venganza" que atribuyó a "integrantes de las organizaciones terroristas que asolaron el país en la década del setenta y resultaron derrotadas militarmente por las Fuerzas Armadas". En la misma presentación, el dictador también sostuvo que "ya fue juzgado" por los hechos que se le imputan como comandante en jefe de la Armada, "habiendo asumido la responsabilidad de comando que me correspondía". Agregó que "sin perjuicio de lo señalado debo manifestar que niego absolutamente haber encabezado o integrado, en cualquier carácter, una asociación ilícita", en directa réplica a uno de los cargos por los que Bonadío, en su oportunidad, dispuso su detención.
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