Pese a la falta de pruebas contundentes que los oriente, los investigadores se atreven a trazar un "perfil" del sujeto. "Es una persona que produce hechos en serie y que toma toda la precaución de no ser visto. Además, pareciera que juega con el shock y la sorpresa que se producen en el primer instante", es una de las conjeturas que saca en limpio uno de los hombres que se "desvela" por caerle encima al tirador, y enseguida amplía la idea: "Cualquier ciudadano que camina o anda en coche por la calle no va pensando en que se va a producir un estallido. Por eso, cuando dispara nadie alcanza a verlo porque el tipo tiene todo calculado para escabullirse de alguna forma. Cuando la gente reacciona por lo que pasó, unos segundos después de la explosión, nuestro sujeto ya escapó". Lejos de introducirse en un terreno que no dominan, como el de definir un perfil psicológico, allegados a la investigación creen que el tirador actúa por vanidad. "Es como que se impone desafíos. Sale en busca de emociones, tal vez hasta practique la caza deportiva. Sabe que tendrá publicidad en los medios y, obvio, pondrá en alerta una vez más a la policía". Las autoridades policiales prefieren que los ataques no trasciendan públicamente e incluso son reticentes a revelar algunos detalles técnicos del caso. Muchos episodios fueron ocultados a la prensa con el argumento de resguardar las investigaciones que se llevan adelante. No obstante, altas fuentes de Jefatura admiten que existe un fotofit con el rostro de un sospechoso de haber disparado el 20 y el 21 de septiembre contra tres ómnibus de pasajeros en la zona oeste. Según la versión de dos chicos, el Loco se desplazaba en bicicleta y en un momento dado detuvo su marcha en Eva Perón y Solís, extrajo una escopeta de un bolso, disparó contra un ómnibus, guardó el arma y se subió a la bicicleta para desaparecer por Solís. Otros creen que la versión, sin descartarla del todo, es poco creíble. La conformación de cómo sucedieron la mayoría de los casos hace suponer que el Loco de la escopeta habría disparado desde un vehículo, tal vez una camioneta o furgoneta alta, en movimiento, que incluso tendría la patente adulterada. "Para nosotros no dispara desde un punto fijo porque los impactos así lo demostrarían", estimaron. Lo cierto es que el problema más importante para resolver este caso es la falta de testigos y las autoridades confían en que alguna vez aparezca alguien que haya visto algún vehículo sospechoso y que en el mejor de los casos individualice una patente.
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