Jerusalén. - Durante un intento de secuestro aéreo en 1970, el piloto israelí Uri Bar-Lev rehusó abrir la puerta de su cabina pese a que una secuestradora apuntaba con su pistola a la cabeza de una azafata y exigía la entrada. Tras advertir a sus guardias de seguridad que se mantuvieran firmes, Bar-Lev hizo caer el avión en picada, con lo cual la secuestradora y su cómplice cayeron al suelo. El cómplice fue baleado por los guardias de a bordo y la mujer se desmayó y fue capturada. Tres décadas después, Bar-Lev sostiene que el mundo no ha hecho caso de las advertencias acerca del terrorismo aéreo, y no ha tomado medidas para hacerle frente. Entre esas medidas mencionó el cierre de la puerta de la cabina, la colocación de guardias federales en los vuelos y la determinación de luchar contra el terror, todas medidas que EEUU decidió tomar recién ahora, luego del cuádruple secuestro aéreo del 11 de septiembre. El secuestro de 1970 fue frustrado "sólo debido a mi convicción de que no íbamos a ser secuestrados. Nuestra mentalidad es que debemos luchar contra el terror". La línea israelí El Al mantiene intensas rutinas de seguridad, que incluyen guardias armados y ex soldados como pilotos y azafatas. (AP)
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