No es casual que partidos y candidatos se muestren alineados en una campaña común: combatir el voto anulado o en blanco. Internet se convirtió en aliado indispensable de una lucha con múltiples frentes de ataque pero con el único objetivo de demostrar en las urnas el descontento de buena parte de la ciudadanía con la clase política. Por eso, no sería descabellado imaginar un escenario distinto para el próximo domingo 14: políticos versus el voto anulado.
"Es un error promover un discurso antipolítico", dijo el gobernador Carlos Reutemann días atrás, en un discurso que se repite en todo el arco dirigencial. La amenaza principal es Internet, por donde circulan infinidad de boletas apócrifas, que van desde Clemente (el personaje de Caloi que "no tiene manos, a lo mejor no roba") hasta José de San Martín, incluyendo a ciudadanos comunes convertidos en falsos políticos. Quienes proponen desde la web anular el voto argumentan que el sufragio en blanco es un voto positivamente válido, mientras que el sobre que contenga otra cosa que no sea una boleta será considerado como nulo. "Si bien no tendrá efectos prácticos, será un voto impugnado que no aporta al fondo de los partidos políticos, como sí lo hace el voto en blanco. Además, creará un aire de ilegitimidad", sostiene uno de los participantes del foro de discusión de "A quién votar".
Entre Belgrano y Lord Zuko
Los nuevos candidatos se reproducen exponencialmente en Internet. Uno de los precursores fue el sitio web "Elija mejor", que ofrecía a los navegantes boletas con la imagen de San Martín, Belgrano, Alberdi y Sarmiento como candidatos a senador. Luego, la lista de Clemente se multiplicó a través del e-mail. Hoy son cientos las páginas que proponen reemplazar candidatos por próceres, comics e incluso curiosos personajes que con excesiva demagogia se postulan como salvadores de la patria.
Tal es el caso de Lord Al Zuko, un falso candidato a senador con un parche en el ojo que repite: "En el país de los ciegos el tuerto es rey". No sólo tiene boleta propia, sino que además presenta los bonos "zukarones" y hasta su propio himno, "Dios salve a Zuko". Su plataforma proselitista incluye construir un aeropuerto para ovnis con hotel internacional en Cariló y convertir el Salón de los Pasos Perdidos en una pista de cha-cha-chá.
"El descreimiento de la sociedad en los políticos es tal que hemos realizado una lista con candidatos extraídos de la historieta argentina", resaltan en "Opinemos" para presentar las boletas de Mafalda, Clemente, Patoruzú y Larguirucho, entre otros. Al igual que en muchas otras páginas de Internet, ellos señalan que el voto anulado significará "decirles a los políticos que se vayan o que trabajen en serio por el país y no para los grupos financieros internacionales", "bajarles el porcentaje de votos en el recuento final y así su representación" y, finalmente, "reducirles la cantidad de votos para que reciban menos dinero de la gente (por si no lo sabían, los partidos políticos obtienen $1 por cada voto recibido)".
Incluso los sitios dedicados a la música se subieron a la iniciativa. La página de fans de El Otro Yo (una de las bandas más populares entre los adolescentes argentinos) anuncia en letras rojas: "Toda una noticia. ¡Parece que hay elecciones! Para los pocos que tengan ganas de ir, acá tienen una opción más para la urna". Por supuesto, la boleta en cuestión postula a los integrantes de la banda.
Las campañas excedieron el ámbito virtual. En Rosario, un grupo de "hartos" organizados se reúne los lunes, a las 19, en Córdoba y Paraguay, para difundir la propuesta del voto anulado.
La iniciativa no es nueva. Siempre hubo quienes expresaron su disgusto a la clase dirigente impugnando su voto con dibujos, fotos y extensos discursos. Pero jamás las campañas en favor de la impugnación del sufragio había alcanzado la magnitud actual. Ya sea una humorada o una radiografía de la actualidad política, son muchos los que hoy se debaten entre votar a Mafalda o poner en el sobre una grotesca foto de un órgano sexual masculino simulando la imagen de un candidato.
El promedio de voto en blanco de las elecciones de diputados nacionales realizadas desde 1983 es del 3,04%, con un pico del 5,97% en 1995. En Santa Fe, el promedio crece a 6,3%. Los analistas coinciden en que habrá más sufragios negativos en estos comicios legislativos. Algunos se sustentan en proyecciones alarmantes: según Mora y Araujo, la mitad de los electores porteños votará en blanco o anulará su sufragio a senador.
Donde mejor se puede testear el ánimo de la gente es en los foros de discusión de Internet. "Qué lindo sería que gane por muerte la suma de votos anulados, en blanco y los que ni siquiera fueron a votar. Sería un golpe mortal para que se permita ingresar a una nueva generación de personas capaces", sostiene Daniel López en "Mi voto", aunque no faltan algunos más extremistas, como Juan Pueblo: "Cuando enfrentaban problemas graves, los romanos designaban un dictador con plenos poderes hasta que se normalizara la situación. Basta de diputados, senadores y concejales, una buena dictadura es la solución".
Lo cierto es que la clase política ya está alerta. Será tiempo de que hagan algo más que reclamar públicamente la necesidad del voto positivo y echen mano a las herramientas necesarias para revertir la desilusión de la gente ante la política.
La Ciudad
