Londres y Moscú. - La nueva política del presidente George W. Bush de derribar aviones comerciales que amenacen ciudades estadounidenses difícilmente tranquilizará a los ya ansiosos pasajeros, y fue ridiculizada por expertos, quienes pusieron en duda que la medida disuada a los secuestradores.
"Esto surgió de la desesperación y yo creo que es definitivamente poco práctico", opinó el analista Nick Cook, un días después que generales de la fuerza aérea estadounidense fueron autorizados a derribar aviones civiles a fin de impedir que se repitan los ataques de este mes contra Nueva York y Washington.
Es improbable que secuestradores decididos cooperen lo suficiente como para permitir que los derriben, coincidieron Cook y otros analistas. Los secuestradores pueden tomar el control de una aeronave mientras ésta se acerca a un aeropuerto o a sólo pocos minutos de un objetivo en el centro de una ciudad. "¿De dónde van a sacar aviones de guerra con tiempo para interceptarlos?", preguntó Paul Beaver, de la firma consultora Ashbourne Beaver Associates. Los controladores de tráfico aéreo necesitarían tiempo para percatarse de lo que está sucediendo, y los analistas dijeron que la reacción militar puede tomar más de 15 minutos.
Pero un avión puede cubrir 150 kilómetros en ese tiempo y no sería difícil para los secuestradores cronometrar sus movimientos de modo que tengan menos distancia que esa por cubrir antes de impactar su objetivo.
Un 43% de disminución
El tráfico aéreo ha caído un 43 por ciento en EEUU desde los ataques, de acuerdo con un estimado, lo que hizo que la industria corriera a pedir miles de millones de dólares en ayuda del gobierno.
Dan Solon, de la firma consultora Avmark International, dijo que los pasajeros ya estaban tan atemorizados que la perspectiva de ser derribados por un avión de la fuerza aérea estadounidense contribuiría muy poco a aliviar sus temores. "No hará que nadie viaje con mayor confianza", comentó Solon.
La fuerza aérea de Rusia tiene desde hace tiempo órdenes de derribar cualquier avión que se desvíe cerca del Kremlin o de sitios estratégicos. Pero según el experto militar Alexander Golts, el general de la fuerza aérea Anatoly Kornukov ha admitido que no puede lograr que aviones de combate despeguen a tiempo para evitar un ataque.
Kornukov ha pedido que se desplieguen misiles antiaéreos Stinger en los principales edificios de Moscú para contrarrestar la amenaza. "Esto pone completamente en claro que Rusia no está preparada en lo absoluto para tal emergencia", dijo Golts.
Un antecedente en 1973
El tema no es nuevo. En 1973, Israel derribó un avión de las Aerolíneas Arabes Libias, matando a las 113 personas a bordo, cuando se desvió sobre la península egipcia de Sinaí, ocupada entonces por los israelíes, en un vuelo desde Libia a Egipto. Israel dijo que temió que la maniobra del avión fuera parte de un ataque terrorista.El general Dan Halutz, de la fuerza aérea israelí, declaró al diario Maariv que enfrentó el mismo dilema en mayo último, cuando un pequeño avión pilotado por un libanés entró en el espacio aéreo de Israel. La nave fue derribada, matando al piloto.
Al igual que las aerolíneas estadounidenses, la alemana Lufthansa colocará agentes armados a bordo de sus vuelos, para evitar que posibles secuestradores tomen los aviones y luego los usen como misiles. Pero el profesor Elmar Giemulla, un experto de la universidad técnica de Berlín, dijo que las órdenes de derribo provocarían cuestionamientos prácticos y legales en Alemania."Eso va contra el principio de proporcionalidad de nuestra Constitución y elimina el derecho humano básico de la gente de defenderse", indicó. "Sólo si está absolutamente claro que el avión se estrellaría contra un reactor nuclear, entonces esas 200 personas ya están muertas y sólo vivirían cinco minutos más, y así yo consideraría (el derribo) legalmente posible", agregó. (Reuters. Con reportes adicionales de Philip Blenkinsop, en Berlín; Jeffrey Heller, en Jerusalén)