Está en juego la personalidad de Llop

Sergio Faletto

En la pobreza por la que transita el fútbol argentino, ¿cuántos equipos quisieran contar con un jugador de la jerarquía y experiencia de Julio César Saldaña? Seguramente muchos. Partiendo de esta premisa, no hay dudas de que el entrenador Juan Manuel Llop está en la puerta de un gran error si hoy tiene en mente excluir del equipo titular de Newell's al único volante capacitado para conducir y sacar al conjunto del estancamiento táctico en el que se encuentra.
Si bien el máximo responsable de la composición del conjunto rojinegro es Llop, la explicación a esta determinación que se dispone a adoptar es la propia inexperiencia del director técnico. Inexperiencia que lo llevó al entrenador ayer a adoptar una inexplicable maniobra para no afrontar públicamente lo que piensa. Porque resulta incomprensible su falta de sinceridad para dar su opinión sobre la situación de Saldaña y derivar a los periodistas al doctor Ignacio Astore para encontrar una respuesta médica, la que no existió, porque según el profesional y el propio jugador no hay lesión ni impedimento físico alguno que justifique la no inclusión del futbolista.
Entonces el argumento es táctico. Y en un intento de decir la verdad, Llop insinuó que Saldaña no tiene la dinámica necesaria que él pretende para el funcionamiento planificado. Pero la falta de movilidad no es por Saldaña, sino por la rigidez de un esquema que sólo produce pocas sorpresas cuando el propio Larry o la Fiera Rodríguez se atreven a romper la estructura impuesta desde el banco.
Resulta paradójico que un técnico quiera salir de una crisis futbolística prescindiendo del mejor jugador. Pero si Llop tiene la convicción de que esta es la solución, sería conveniente que lo expresara con total claridad, porque con su proceder deja un amplio margen de duda, en el que las suspicacias se devoran a los fundamentos.