Miguel Pisano
El director técnico de Rosario Central, Juan José López, tuvo una serie de aciertos y de yerros en la conducción del equipo, en el incipiente ciclo que recién cumplió siete partidos el domingo, con cuatro victorias y tres caídas, todas estas por la mínima diferencia. Entre los primeros hay que anotar su saludable preocupación por dotar al equipo de la solidez defensiva de la que carecía. En este punto ha logrado los progresos más notables, dado que Central mantuvo su arco invicto durante más de tres partidos seguidos y, además, hasta el domingo lo había conseguido con un reducido número de amonestados y sin expulsados. En este sentido, Jota Jota ha acertado en la conformación de una última línea de cuatro y en otra de igual número de volantes con una marcada vocación por la recuperación de la pelota lo más lejos posible de arco y con un plausible interés por el anticipo. Claro que si bien el Negro López ha acertado en privilegiar su trabajo sobre los puntos más débiles del equipo, ha logrado el objetivo de la solidez defensiva al elevado precio de renunciar al protagonismo en una buena parte de los partidos. Y en este punto la solidez defensiva es un objetivo necesario, pero no suficiente. O, dicho de otro modo, el fin no debe justificar los medios. Si no, en lugar de armar dos líneas de cuatro y dejar a Arias y Pizzi adelante, el técnico hasta podría recurrir a formar dos líneas de cinco, cuando en realidad la ecuación táctica debería pasar por lograr el mejor rendimiento defensivo posible sin renunciar por ello al protagonismo o a colocar en la cancha y en el banco a los mejores jugadores ofensivos con los que cuenta en el plantel. En síntesis, Jota Jota tiene la encomiable idea de trabajar sobre la defensa, otrora el talón de Aquiles del equipo, aunque una vez logrado ese objetivo necesario pero no suficiente debería balancear la ecuación, con el fin de contar también con jugadores con una marcada vocación ofensiva, con los que Central no renuncie jamás a la búsqueda de la victoria, una premisa sagrada con la que comulga la filosofía futbolera de sus hinchas.
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