Alberto J. Llorente, además de animador radial y televisivo, es un veterano productor de espectáculos que no deja de buscarle nuevos costados al negocio del show. Sin embargo, no pocos se mostraron sorprendidos al ver anunciado el concierto de Los Palmeras en el Auditorio Fundación Héctor I. Astengo, un escenario dedicado a presentar música clásica y popular pero de un sesgo diferente al del grupo insignia de la denominada cumbia santafesina. El animador dialogó con Escenario y echó luz sobre los pasos que precedieron a la concreción del show en el Astengo. "Fui al teatro El Círculo con la propuesta y me dijeron: «¿Los Palmeras? Tráiganos un video... Vamos a ver.» Cuando fui al Auditorio Fundación Astengo con la idea, la respuesta fue totalmente diferente: «¿Los Palmeras? Diez puntos. Tráigalos que vamos a tener una linda fiesta»", resumió A.J. Sin embargo, la idea de presentar a un grupo que tradicionalmente anima bailes populares y que nunca ofreció música fuera de esos ámbitos tuvo un origen tan repentino como inesperado: "Hace poco estaba haciéndoles una nota a Los Palmeras en mi programa de televisión y desde detrás de cámara me pedían que hiciera tiempo. Como ya no sabía que preguntarles le dije a Marcos Camino: «A ustedes los veo en el escenario de un teatro, en un gran concierto...».". "Una vez terminado el programa -narró A.J.- Camino me dijo: «Eso que dijiste en broma, ¿por qué no lo hacemos en serio?»". En las últimas horas del viernes pasado ya había 700 localidades vendidas, lo que arrancó una exclamación de entusiasmo al promotor artístico: "Vamos a tener que cerrar las puertas del teatro y colgar el cartelito de «No hay más localidades»", disparó. El alud de público y sus previsibles expansiones cuando el ritmo de Los Palmeras incite a la danza reavivaron recuerdos de otros shows que no encontraron sala por los previsibles desbordes de la concurrencia. Escenario consultó a René Balestra, el presidente de la Fundación Héctor I. Astengo, sobre su apreciación del tema. "Este es un teatro y tenemos un criterio bastante amplio -dijo-. En general tratamos de apuntar a un nivel, pero nosotros no podemos discutir los géneros. La Fundación no es una empresa de espectáculos sino que ofrece el teatro a la ciudad y obviamente no se mantiene con lo que la gente desembolsa en las entradas. Queremos que siga vivo y no termine siendo un supermercado o un garage", estimó. "Con algunos empresarios mantenemos una relación de amistad y tenemos confianza en los espectáculos que ellos proponen. Cuando vino Luis Salinas, que brindó un espectáculo admirable, hubo que esmerar el cuidado porque los muchachos, en su entusiasmo, se querían parar sobre las butacas", ejemplificó. "Aspiramos a que tenga nivel pero un espectáculo que es honesto y que en un momento determinado se prueba en otro escenario distinto del habitual, nos parece válido", concluyó en referencia al show debut de Los Palmeras en una sala teatral.
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