Trasladan a presos enfermos de sida y ordenan reparto de preservativos

Los detenidos con HIV que se hallan en comisarías serán derivados a unidades carcelarias, según anunció el Servicio Penitenciario. La Coordinadora de Trabajo Carcelario había alertado sobre la situación de esos internos

Los presos enfermos de sida que están alojados en las comisarías provinciales serán trasladados a establecimientos penitenciarios. Así lo dispuso el titular del Servicio Penitenciario (SP), Arturo Gandolla, tras un acuerdo con la Subsecretaría de Seguridad Pública -que controla los penales policiales- luego de que un informe de la Coordinadora de Trabajo Carcelario (CTC) detectara un incremento en la cantidad de infectados en seccionales policiales. Paralelamente, el SP legalizó esta semana el reparto de preservativos dentro de los penales con la finalidad de "legalizar la homosexualidad en las cárceles", según se indicó.
El traspaso de los internos con HIV a la órbita del SP surgió luego de que un relevamiento de la CTC entre los presos de diez comisarías rosarinas caracterizara a esta población como altamente vulnerable al contagio de la enfermedad, debido a causas estructurales de los penales, las prácticas de riesgo del grupo y la inexistencia de tratamientos específicos.
"Este informe aporta datos de la realidad que ayudan a tomar conciencia", reconoció Gandolla, quien esta semana solicitó a la Subsecretaría de Seguridad Pública -a cargo de los presos en comisarías- que todos los detenidos con HIV sean puestos a disposición del SP, que depende de la Subsecretaría de Justicia. "Llegamos a un acuerdo verbal y estamos produciendo traslados gradualmente. Los internos con HIV tienen prioridad", aseguró el titular del SP.
Los enfermos serán derivados a instituciones carcelarias ante la inexistencia de programas de tratamiento en las seccionales. En las cárceles, según Gandolla, los infectados cuentan con la asistencia del médico inmunólogo Raúl Bortolozzi, una dosis suplementaria de comida y programas de prevención. Según datos oficiales, hay 78 internos con sida en las cárceles de mujeres de Rosario y Santa Fe, la Unidad 3, y las penitenciarías de Coronda, Santa Felicia y Las FLores.
En tanto, en las comisarías, el número de presos infectado con el virus trepa al 10,7%, según el informe de la CTC. El porcentaje define a esta población como altamente vulnerable en relación a la tasa de prevalencia del HIV en Rosario, que es del 0.6%. Sólo en las diez seccionales visitadas se detectaron 27 casos.
El informe estableció que la población de las comisarías se caracteriza por su corta edad, la falta de trabajo y alto grado de deserción escolar. La mayoría de los presos mayores de edad tienen menos de 25 años (71%) y no finalizaron la escuela primaria (42%). El 45% está desocupado.
El sector se caracteriza por prácticas de riesgo como compartir jeringas, hacerse tatuajes, no usar preservativos y producirse heridas como forma de protesta. Además se detectó un consumo de alcohol y drogas en alta proporción y desde corta edad. El 70% ingiere alcohol en forma diaria o los fines de semana, mientras que el 81% de los detenidos consume drogas. La mayoría lo hace desde los 10 a 15 años.
La situación es similar entre los internos menores de edad: el uso de alcohol es una práctica extendida (el 56% lo hace en forma diaria), y más aún el de las drogas: el 97% consume algún tipo de estupefaciente.
Otro factor de riesgo detectado son las prácticas sexuales peligrosas dentro de los penales. Al respecto, Gandolla señaló que "quedó firme esta semana un memorándum que autoriza el reparto de preservativos en las cárceles, en el marco de un programa de prevención provincial y del Promusida. Hay que legalizar la existencia de la homosexualidad en las cárceles porque el bien jurídico a proteger es la salud de los internos".