El balance de las cuentas del sector público en agosto registró un superávit de 70,9 millones de pesos, en parte como consecuencia del recorte del 13% en salarios estatales y jubilaciones. El déficit acumulado al mes pasado superó los 6.500 millones de pesos. Así lo informó ayer el Ministerio de Economía, que detalla que ese resultado es producto de los saldos positivos que se registraron en las cuentas de los recursos de afectación específica (94,9 millones), en los organismos descentralizados (48 millones), en las instituciones de seguridad social (22,3 millones) y en empresas públicas (2 millones), que revirtieron el déficit de 96, 3 millones del Tesoro Nacional. Computado agosto, las cuentas públicas acumulan un déficit de 6.508,3 millones de pesos, monto que se encuentra 92,7 millones por debajo del tope establecido en 6.601 millones que se debe cumplir en el arrastre a septiembre. Pese a este margen, la carga en el pago de los intereses de la deuda pública concentrada en el noveno mes del año obligan a evaluar a las autoridades de Economía la posibilidad de posponer para la primera semana de octubre el pago de jubilaciones que debía realizarse la semana próxima. En Hacienda aguardan una mejora en la recaudación que permita cumplir con las obligaciones y no tener que apelar a un recorte mayor en los sueldos y jubilaciones. El riesgo es que de mantenerse la debilidad de los ingresos tributarios la "creatividad contable" no alcance para reducir en 100 millones el déficit público durante el cuarto trimestre del año y podría ponerse en riesgo la pauta anual de 6.500 millones comprometida ante el Fondo Monetario Internacional (FMI).
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