El Banco Central brasileño fracasó ayer en sus intentos de impedir una mayor depreciación del real, que a pesar del esfuerzo oficial terminó el día con una pérdida del 2,64% respecto del jueves y del 42% en lo que va del año. La autoridad monetaria brasileña no logró frenar la fuerte presión de los inversores. El dólar cerró a 2,83 reales, lo cual marcó un nuevo mínimo histórico para la moneda brasileña, desde su creación en 1994. Según señalaron distintos operadores, la inminente respuesta militar de Estados Unidos a los ataques terroristas del pasado 11 de septiembre en Washington y Nueva York ha puesto "los pelos de punta" a los inversores, bancos y grandes empresas, que procuran en el dólar un refugio para lo que puede venir. Además de aportar al mercado unos 100 millones de dólares, según calcularon operadores, el instituto emisor ofreció hoy 4.700 millones de reales en seis subastas de bonos.
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