Su rostro tenía la sonrisa dibujada con pintura indeleble, no aflojaba. Estaba tranquilo. Franco Squillari terminó un partido complicado que él se encargó de simplificar con inteligencia y una estrategia perfecta. El 6/2, 6/4 y 6/3 ante Vladimir Voltchkov que puso a la Argentina 1 a 0 tuvo una preparación que, en algunos días de la semana por la ansiedad del argentino, pudo haberse complicado. "Hice un partido de porcentajes. Había que meter el primer saque profundo para que no se viniera a la red, que es donde se siente más a gusto. Era muy peligroso si él tomaba las riendas y hacía ese juego. Sé que no le hice un daño inmediato, fue un daño que se acumuló y lo doblegó. Si bien todos me marcaban como el favorito, cuando se entra a la cancha la realidad es otra", explicó el primer singlista argentino. También aceptó que Voltchkov lo complicó menos de lo esperado: "El tuvo pocas ráfagas de buen tenis y creo que en eso tuve bastante que ver porque no me encontró huecos", señaló. "Fue bueno también el promedio de errores no forzados. Habré hecho unos 15 en el partido. Creo que no me equivoqué demasiado. Hice un partido bien de polvo, lo aburrí, lo saqué de quicio porque no le gusta ese planteo. Mandé en los puntos y siempre tuve el control del partido. Su incomodidad y posterior fastidio me ayudaron", analizó Squillari, siempre con sonrisa inalterable. En un partido que se jugó con cerca de 30 grados, Squillari finalizó comentando que a Voltchkov le costó mucho cuando le tiraba contrapiques. Había que hacerlo correr, pegar resbalando, moverlo. Era la estrategia y salió perfecta", dijo Squillari dándole crédito de ello al capitán, Franco Davin. Cuando se levantó para ir al vestuario en busca de una ducha, fue consultado por el partido de mañana ante Max Mirnyi. "Va a ser un partido similar al de hoy. Yo le voy a jugar casi de la misma manera. Tal vez cuando saque lo voy a ir a buscar un poquito más adelante para no dejarlo venir a la red, ya que él se me va a venir más que Voltchkov", cerró el ganador. (DyN)
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