El secretario de la Defensa, Donald Rumsfeld, dijo ayer que el gobierno está preparándose cuidadosamente para lanzar una ofensiva sostenida, no sólo contra los terroristas responsables de los ataques, sino contra las naciones que los apoyan. "Este es un tipo muy nuevo de conflicto o batalla o campaña de guerra o esfuerzo, para EEUU", dijo Rumsfeld en el Pentágono. "Como resultado de ello, estamos actuando en forma mesurada para recolectar información", agregó. Dijo que la respuesta estadounidense estará dirigida contra mucho más que el presunto terrorista Osama Bin Laden y su red al-Qaida. Rumsfeld, remarcó la determinación de su país a "secar los pantanos" en los que viven los terroristas, en una clara referencia a los ataques militares como represalia. "En el pasado, teníamos que enfrentarnos a ejércitos, marinas, fuerzas aéreas, barcos, armas, tanques y aviones. Este adversario es diferente, porque no tiene ninguna de estas cosas, no tiene objetivos valiosos que podamos atacar", señaló. En otra clara señal, el Departamento de Estado norteamericano pidió a los ciudadanos estadounidenses que abandonen o no viajen a Pakistán, señalando que su seguridad ya no está garantizada. "Estamos hablando de una muy amplia campaña para luchar contra el problema del terrorismo donde exista; y existe en países de todo el mundo. Como he indicado, esta red, al-Qaida, que está recibiendo tanta publicidad y de la que tanto se discute, puede tener actividades en 50 ó 60 países, incluido EEUU", dijo el secretario.
| |