Las terminales ferroviarias de Constitución y Once, la peatonal porteña Lavalle, la plaza del Bajo Flores y la Villa 31 fueron señalados como algunos de los puntos donde la prostitución infantil centró su actividad en los últimos años en la Ciudad de Buenos Aires, según señalaron funcionarios gubernamentales y judiciales.
Según los datos que manejan las defensorías de derechos porteñas, el perfil de los varones encontrados ejerciendo la prostitución en las calles es de chicos de entre 14 y 16 años, que pueden ganar entre 5, 20, 100 hasta 400 pesos diarios vendiendo su cuerpo. La mitad de los casos denunciados en Capital Federal son niños travestidos que ofrecen servicios en la plaza Flores y algunas zonas de Palermo, a hombres mayores de 35 años, muchos de ellos, profesionales de clase media que se transforman, con el tiempo en "clientes fijos".
Las chicas son por lo general traídas del interior del país y también del exterior, como el caso de algunas dominicanas detectadas en el último año. Tienen entre 16 y 18 años y en contados casos se ofrecen en la vía pública, según explicó el encargado del área legal de las Oficinas de Derechos porteñas, Guillermo Gallo.
"La división de Inteligencia Informática de la Policía Federal detectó, el año pasado, 170 intervenciones donde un hombre de 35 años, ofrecía relaciones sexuales con niñas a través de un programa de chat por Internet. No se sabe cómo las conseguía y no pudimos identificar a los niños" víctimas del pederasta, reveló el juez del juzgado de Menores Nº7 de la Capital Federal, Horacio Barberis.
Amenazas y presiones
Inés Correa, ex jefa del Programa contra la Explotación de Niños del ex Consejo Nacional del Menor y la Familia en 1996, dijo que "estaba permanentemente amenazada, me llegaron a matar a una mascota" por encabezar durante su gestión, operativos con móviles en las calles para detectar a niños ofreciendo sexo y a sus regentes.
En 1996 se detectaron casos de prostitución infantil en la Plaza Misserere, en Once, donde los regentes, uno de ellos apodado Gitano, se "alojaban en bares mientras las niñas de 11 años de edad promedio ofrecían sexo en la plaza. Un día apareció una nena muerta debajo del puente y todas las demás desaparecieron" afirmó Correa y calificó ese caso como un mecanismo de los pederastas para amedrentar a las niñas".
Recientemente, a partir de un informe realizado por el programa Punto Doc/2, que se emitió a fines de agosto por América TV y terminó con un operativo de la Policía Federal, se detuvo a un grupo de traficantes de drogas y proxenetas que ofertaban sexo utilizando a niñas de 11 a 14 años en la Villa 31, de Retiro.
Hasta 1993 la edad de iniciación eran los 11 años, hoy se ofrecen por Internet niños de 5 años. (DyN)