Marco Bardazzi
Nueva York. - Entre las miles de páginas de las actas de la investigación sobre Osama Bin Laden y sus seguidores por los atentados a las embajadas norteamericanas en Africa en 1998 había indicios que alertaban sobre lo que estaba por ocurrir. Según un diario norteamericano la investigación llevó a determinar que al menos dos hombres del millonario saudita se habían adiestrado como pilotos en Estados Unidos y que era posible un ataque aéreo. Al reevaluar los documentos el FBI descubrió que, quizás, en un muy reciente pasado se le había escapado algo importante, en la caza a Bin Laden. Ya a fines de 1998 y ahora, en el pasado febrero, en el proceso de Nueva York por los atentados en Africa, un testigo había relatado el interés de Osama por los pilotos. Essam Al Ridi, un norteamericano de origen egipcio, confesó haber colaborado con Al Qaeda, la red terrorista que conduce desde Afganistán Bin Laden. Ya piloto en 1979, Al Ridi combatió en Afganistán, después se trasladó a Estados Unidos y se naturalizó ciudadano estadounidense en 1994. Poco tiempo después, uno de los hombres de Bin Laden, Wadih El Hage (uno de los cuatro imputados condenados en mayo pasado en Nueva York por los atentados en Africa) lo contactó para una extraña tarea. El Hage compró un viejo avión militar y lo hizo volar hasta Sudán, siguiendo una disposición de Bin Laden. Al Ridi relató en el proceso que además de él, Al Qaeda podía contar con al menos otro militante que se había adiestrado para el vuelo en Estados Unidos. El hombre se llama Ihab Ali Nawawi, vivía en Florida -el Estado conde se prepararon gran parte de los terroristas que realizaron los ataques del martes- y había frecuentado una escuela de vuelo en Norman, Oklahoma. Al Ridi y Nawawi dieron al FBI una serie de indicaciones sobre el hecho de que Bin Laden reclutaba pilotos-terroristas que habían recibido adiestramiento militar y operativo en Afganistán, Pakistán y Sudán. California, Texas y Oregon eran tres Estados en los que, a decir de los dos testigos, se encontraban miembros de la organización listos para cualquier operación. Otro ex miembro de Al Qaeda que depuso en el proceso de Manhattan, L'Houssaine Kerchtou, contó que fue enviado a Nairobi a tomar lecciones de vuelo porque Bin Laden quería personas adiestradas como pilotos. El FBI, según el diario Boston Globe, a partir de los varios datos que emergieron en la investigación, podía sospechar el escenario de lo que estaba por ocurrir. "Lo teníamos todo previsto, no era un problema de «si», sino solamente de «cuándo»", dijo Jery Stato. "Había advertencias estratégicas, no es algo que los analistas dejaron de señalar", agregó. El ex vicedirector del FBI de Nueva York Louis Schiliro, que participó en las investigaciones sobre Bin Laden, rechazó las acusaciones. Los investigadores, explicó, "utilizaron y siguieron todas las pistas que emergían de la investigación". Si hubiesen hallado cualquier elemento más concreto, en su opinión, el FBI hubiese tomado "las medidas apropiadas". (Ansa)
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