Pasarse una docena de horas frente a la pantalla de TV repasando la muestra de videos rosarinos del Festival Latinomericano es un trabajo para pacientes. Y mucho más si esa sentada abarca una producción enmarcada en la ausencia de compromiso estético, de buenos guionistas y de ideas, según sintetizaron los jurados de dicha muestra. Visiblemente molestos por una general "falta de solidez" en la producción local de videos, los jurados elaboraron un dictamen en el que se propone una pre-selección para la competencia rosarina del próximo año. "La generosidad de los organizadores y la amplísima convocatoria terminó jugando en contra de la muestra", espetó Roberto Caferra, jurado y periodista de LT8 y Canal 5. "Existe una gran susceptibilidad entre los realizadores rosarinos y pareciera que si se los deja fuera de una competencia se está atacando su trabajo", agregó Caferra para ilustrar una "cuestión de vecindad", dijo, que debería estar por debajo de una rígida evaluación. Con él coincidió Víctor Zenobi, crítico cinematográfico, que no dudó en calificar de "pobre" a la producción presentada este año. "Vivimos en una cultura, apuntalada por la actividad docente en el ámbito del cine, donde se conoce bien la técnica, pero a la que no se le aportan ideas". Zenobi afirmó además que las dificultades económicas no son determinantes de una mala cosecha en videos. "Hoy debemos ser exquisitos para no bajar el nivel, sino nos dirigimos a la pauperización de la actividad". Patricia Dibert, periodista de LT8 y también jurado, alentó los dichos de sus colegas al argumentar que "los videos de menos calidad van en detrimento de los mejores y hacen que el público se vaya de la sala". Argumentos que no fueron refutados por el responsable de la organización del Festival, Horacio Ríos: "Este año sufrimos la falta de realizadores de otros años que hoy están trabajando profesionalmente, gracias en parte a la impulso que les dio el mismo Festival".
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