Washington. - El World Trade Center de Nueva York, un ícono del capitalismo mundial, se derrumbó ayer tras un ataque que dejó a Wall Street sumido en nubes de humo y escombros y que han dado vida al fantasma de una recesión global.
Mientras los mercados accionarios mundiales se hundían y los precios del petróleo ascendían con fuerza, algunos economistas advierten que la recesión mundial es casi una certeza.
Los analistas especularon con que los sucesos podrían convertirse en una sentencia de muerte para la confianza estadounidense y podrían conducir a los ya cautelosos inversionistas hacia el oro y otros activos, refugios en los tiempos de incertidumbre.
Durante años, los inversionistas de todo el mundo han considerado a Estados Unidos como un cobijo seguro, un lugar donde se pueden invertir billones de dólares y que ofrece rendimientos típicamente mejores a los de Europa y otras zonas. Pero los ataques terroristas tendrán un efecto devastador en la confianza en la economía estadounidense, que tambaleaba ya en el precipicio de la recesión.
Los mercados cerraron a lo largo de Estados Unidos, que atrae casi dos tercios de los flujos mundiales de capital. Esto aumentó la incertidumbre sobre cómo reaccionarían los mercados estadounidenses a la tragedia.
La Reserva Federal estadounidense confirmó que estaba abierta y operando y que proporcionaría la liquidez que fuera necesaria. El Banco Central Europeo también dijo estar listo para ofrecer la liquidez que se requiera para mantener el funcionamiento de los mercados financieros.
Los economistas dijeron que podría haber daños difíciles de cuantificar al sistema financiero estadounidense.
Una posibilidad cierta es que se produzca una estampida de órdenes de venta una vez que los mercados estadounidenses reabran y una huida de las compañías de seguros, lo que probablemente afectaría al sistema financiero y obligaría a la Reserva Federal a reducir más sus tasas de interés.
El ataque sin precedentes a símbolos cruciales del poder militar y financiero de Estados Unidos se produjo en momentos en que el crecimiento en todo el mundo se ha desacelerado fuertemente. Los economistas dicen que el peor escenario sería una huida masiva de activos estadounidenses, algo que podría llevar su economía a la primera recesión en más de una década.
El pánico, un peligro
"El riesgo mayor es un pánico en los mercados financieros", dijo Kathryn Kobe, economista de Joel Popkin & Co en Washington. "Si por algún motivo Estados Unidos no es ya considerado como un refugio para el capital podría haber movimientos muy grandes", agregó. La economía estadounidense, la más rica del mundo, creció sólo 0,2 por ciento en el segundo trimestre y los analistas temen que los ataques puedan convertir esa exigua tasa en negativa. (Reuters)