Año CXXXIV
 Nº 49.234
Rosario,
domingo  09 de
septiembre de 2001
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"Sin dudas, Fangio fue el mejor"

Todo periodista siempre tuvo ídolos. Simpatías con un equipo determinado, por algunos futbolistas en particular, por marcas de automóviles y sus conductores. Miguel Domingo Aguiló también los tuvo y los tiene.
"En fútbol fui hincha de Estudiantes de La Plata. Es que cuando trabajaba en la sociedad de electricidad me becaron en La Plata. Tenía 19 años y paraba en una pensión de Zozaya (goleador pincha y autor del primer gol en el inicio del profesionalismo en 1931), él me invitaba a la cancha y ahí me empezaron a tirar sus colores. Pero soy un defensor de lo rosarino. Del Central de la Chancha Guzmán, del Newell's de Libonatti. Pero nunca quise identificarme. Era y es peligroso hacerlo porque así uno hable bien la gente siempre sospecha".
Pero, lógicamente, su mayor ídolo estuvo ligado al automovilismo. Quién sino el máximo exponente argentino. "Fangio, sin lugar a dudas. El mejor corredor del mundo. Pero también aprecié a Oscar Gálvez, que fue un ídolo más popular que el Chueco. Algo que quedó demostrado cuando una vez en Resistencia, llegó 11 horas después del ganador y todavía había 5.000 personas esperándolo. Su hermano Juan Gálvez también era muy bueno. El más científico, el más perfecto conductor, que se mató el día que se salió de su línea".
Y si de futbolistas se trata, Aguiló considera a Vicente Capote De la Mata como uno de los más grandes, al punto de compararlo con Maradona. Y también le agradaba el juego de "Labruna, Pontoni, Morosano, el Torito Aguirre y, por supuesto, el Charro Moreno".
Pero volviendo al automovilismo, hoy aplaude "el temperamento de Schumacher, como también me gustaba Ayrton Senna, que era un gran corredor pese a ser alocado, algo que lo llevó a tener muchos accidentes por ir siempre al límite".
Y a la Fórmula 1 de hoy la considera como "un gran espectáculo. No un circo como muchos dicen. Es que está organizada de una forma en la que cabe lugar para gente que no debería estar y no para quienes tienen capacidad para hacerlo y no lo consiguieron. Como le pasó a Larrauri, quien debió ser el sucesor de Fangio pero no tuvo el sponsor que se necesitaba. ¿Reutemann?, fue muy bueno y lo demostró al ser segundo del mundo. Y no salió campeón porque le jugaron mal en su equipo".


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