Cuando los ingenieros Fernando Coconi y Julio Rocha se embarcaron en la tarea de sacar a las aves del aeropuerto local se encontraron con una serie de inconvenientes. Pero el más curioso se originó a raíz de la presencia de una lechucita muy especial, que demostró ser "fanática" de los aviones, a tal punto que lejos de asustarse en los despegues con el ruido, se acercaba a la pista y "no se perdía ninguno", cuentan con una sonrisa los especialistas mientras muestran fotografías que dan fe de sus palabras.
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