Año CXXXIV
 Nº 49.233
Rosario,
sábado  08 de
septiembre de 2001
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La tecnología: una llave para la competitividad
Las empresas agropecuarias que cuentan con un paquete tecnológico adecuado pueden ganar escala y sobrevivir a la crisis

La tecnología es uno de los factores determinantes de la estructura de empresaria de un sector productivo. El efecto del cambio tecnológico reside en su capacidad de afectar a cada una de las fuerzas competitivas que actúan sobre las empresas del sector como: el poder de los compradores, el poder de los proveedores, la rivalidad de los integrantes actuales del sector, el ingreso de nuevos participantes y la aparición de nuevos sustitutos.
Evaluar el impacto del nuevo paquete tecnológico del cultivo de soja en la reconfiguración de las fuerzas que moldean la evolución de las empresas, es un elemento importante para entender los efectos financieros y la dinámica de los distintos participantes.
* Tecnología y escala: El cambio tecnológico puede, a través de su capacidad para cambiar los requerimientos de capital necesarios para lograr una producción económicamente eficiente, bajar o subir la escala óptima de las empresas, acelerar o retrasar los procesos de aprendizajes necesarios para el desarrollo de una actividad y aumentar o disminuir los costos de salida de la actividad. Todos esos elementos cambian las posibilidades de entrada de nuevos participantes a un sector y expansión de los ya existentes.
El nuevo paquete tecnológico de la soja, es un buen ejemplo de esto. La incorporación de la siembra directa disminuyó notablemente el capital requerido para realizar una producción óptima , simplificó el proceso productivo y disminuyó los costos de salida de la actividad agrícola. Todo ello potenciado por un fuerte desarrollo de los servicios de producción. Este proceso, motivó a muchos arrendadores a recuperar sus campos y trabajarlos por administración, incentivó a otro tipo de personas que, atraídos por las importantes tasas de retornos decidieron ingresar al negocio de la soja e impulsó a los actuales participantes del sector a aumentar la superficie trabajada, pero también expulsó a muchos participantes que por no haber previsto el cambio, por imposibilidad de adaptarse o por falta de visión personal sobre el tipo de empresa que deseaban para el futuro, debieron desistir por los recursos limitados.
* Tecnología y el poder de los proveedores: El cambio tecnológico puede cambiar las relaciones de oferta entre los proveedores del sector al permitir que se usen varios insumos sustitutos, que se refleja en una disminución del precio de los insumos utilizados. Este efecto es el que mejor se aprecia en el soja, a través del desarrollo de innumerables proveedores de glifosato que impidieron el desarrollo de un monopolio en el proveedor innovador, además de provocar una disminución de todos los principios activos sustitutos y aumento de la productividad del resto de los recursos mejorando el negocio de todo el sector. Sin embargo, no todas las empresas lograron hacer de esa mejora una ventaja.
* Tecnología y el poder de los compradores: El cambio tecnológico también puede favorecer la integración hacia atrás de los compradores, generando una presión adicional sobre los recursos limitados que existen en el sector. Este proceso se ha agudizado notablemente en este último tiempo.
* Tecnología y rivalidad entre los participantes actuales: La tecnología puede alterar profundamente la capacidad competitiva de los actuales participantes del sector, actuando en la estructura de costos y en los requerimientos financieros. Los nuevos requerimientos tecnológicos de la soja han disminuido los costos, tanto en sus gastos como en su capital amortizable, además de aumentar la capacidad de trabajo de dicho capital y acelerar el proceso de aprendizaje operativo, provocando una expansión de las empresas con mayor disponibilidad financiera y una profunda crisis para aquellos que tuvieron capacidad de crecimiento.
* Cambio tecnológico, frontera de la producción y crecimiento: La evolución tecnológica es uno de los elementos centrales en la ampliación de las fronteras de producción. A través de su impacto en la productividad de los distintos factores de la producción (tierra, trabajo y capital), la tecnología permite la incorporación a la producción de recursos de menor calidad, aumentando la oferta de un producto, disminuyendo el precio, y permitiendo el acceso a dicho producto de un número mayor de compradores. Este proceso, observado plenamente en el sector agropecuario, es el proceso central por el cual las distintas comunidades logran mejorar su calidad de vida, pero impone a los participantes de los distintos sector productivos, la necesidad de desarrollar estrategias capaces de afrontar el ciclo de vida natural de las distintas tecnologías.
La aparición de una innovación tecnológica genera oportunidades de negocios, que visualizada a través de su rendimiento económico y productividad, atraerá nuevos interesados en participar del sector y provocará una expansión de las empresas ya existentes. Ese aumento de participantes irá aumentando la competencia y disminuyendo los beneficios económicos de las distintas actividades del sector.
Con el paso del tiempo, sólo las empresas que hayan desarrollado una estrategia de largo plazo, avalada por una producción altamente eficiente y con un sólido camino de crecimiento lograran mantenerse en el sector hasta que otra innovación tecnológica les devuelva la posibilidad de reposicionarse y lograr una nueva ventaja competitiva.
Quienes no desarrollen estrategias para afrontar estos procesos se encontrarán atravesando una crisis crónica.
F.B.


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