No es verdad que los jugadores no se vean afectados por la situación institucional que atraviesa el club, que los viene afectando en el cobro de sus haberes y que en el plano deportivo los dejó al borde de perder puntos. Sin embargo, Central no puede descuidarse en el torneo Apertura, no sólo para que las cosas no empeoren sino para hacerse fuerte en la cancha con el fin de presionar fuera de ella. Ese es el tema que le interesa fundamentalmente al plantel, pero no tanto al hincha, al que lo mueve más la pasión que la razón y sólo le importa si el equipo gana más allá de los atenuantes que pueden existir si ello no ocurre. Y sabe que estará hoy frente a un rival accesible, Huracán, urgido por el mal comienzo en el que sólo cosechó un punto y que cargará con la presión de hacer depender la continuidad de su técnico Osvaldo Piazza por un resultado. Claro que Central no tiene para tirar manteca al techo y si bien no fue superado por ninguno de los cuatro rivales que enfrentó, tampoco tuvo el suficiente vuelo como para pensar que se va a sacar de encima a Huracán sin problemas. El equipo de Jota Jota le ganó con el último suspiro a Lanús sin haber hecho demasiado mérito, perdió con un Argentinos Juniors que sólo justificó el triunfo después del gol convertido a 9' del final, Racing pudo doblegarlo en Arroyito con un zapatazo aislado y se recuperó con Talleres mostrando poco y nada, apenas los destellos del reaparecido Arriola para acompañar el ida y vuelta criterioso del goleador Rivarola. Sin dudas, el punto más fuerte de los auriazules es la defensa, donde López ha logrado brindarle solidez tomando ciertos riesgos, como el de hacer jugar a Mauro Cetto en una posición no habitual ya que es marcador central y juega por el lateral (muchos ejemplos de fracaso hay en situación similares) y darle continuidad a Muñoz Mustafá, quien se está erigiendo como una saludable aparición de los últimos tiempos, aunque hay que darle el tiempo justo de madurez para valorarlo en plena magnitud. Allí, Jota Jota realizó la variante de poner a Mariano González de lateral izquierdo, quizás el punto más flojo de los cuatro del fondo, al menos en lo que mostró con Talleres. Sin embargo, el técnico ganó haciendo adelantar al seguro Rivarola, porque de esa manera el mediocampo tiene un poco de vuelo y salida. El hecho de que lo acompañen Daniel Quinteros y Erroz jugando los dos como centrales, y Vespa por la derecha, hace que a la zona de gestación auriazul le falte presencia ofensiva, dejando a Arias y Pizzi muy sólos, al punto que al goleador se lo ve seguido bajando excesivamente a buscar la pelota. Se supone que Arriola irá de vuelta al banco y López espera que esa decisión redunde en beneficio para el equipo en el complemento, como si fuera esa la clave principal (o la única) en la cual sustentar la victoria. Esta noche, a las 19.05 en Parque Patricios y por la TV, se verá si vuelve a tener razón.
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