"Los chinos son tranquilos, no son una comunidad violenta. La mafia china en sí no se mete con los argentinos", explicó el segundo jefe de la Dirección Nacional de Migraciones, Mario Ortiz y, por las dudas, hizo una salvedad: "No somos xenófobos, como funcionarios del Estado estamos para hacer cumplir las leyes". Lo cierto es que últimamente a las autoridades de esta repartición les preocupa la situación de ilegalidad en que viven estos inmigrantes. "En los operativos que realizamos encontramos que la mayoría de los supermercados determinan algún sector para dormitorio y allí se encuentran hacinadas muchas personas", recordó el funcionario. "La realidad de este grupo ha pasado por encima de nuestras leyes -reconoció Ortiz- por esto me parece bien que la opinión pública se preocupe por este tema".
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