A las bellezas naturales que ofrece Mendoza como atracción turística ahora se le suma un nuevo motivo para conocer las bondades de la tierra del sol y los buenos vinos: las Rutas Sanmartinianas. Se trata de un programa turístico impulsado por el gobierno de esa provincia para promocionar los lugares donde el Libertador general José de San Martín desarrolló su actividad como militar, político y padre de familia.
El pasado 17 de agosto fue inaugurada en esta ciudad la primera etapa del plan de señalización de las Rutas Sanmartinianas, para que los viajeros recorran el circuito histórico cultural sin necesidad de guías. Son más de cuarenta carteles escritos en castellano, inglés, francés y portugués emplazados en distintos puntos de la ciudad, la Gran Mendoza y la zona de montañas, que contextualizan al visitante e invitan a mimetizarse con la vida y obra del Padre de la Patria.
La recorrida comienza con la visita a las Ruinas de San Ignacio así como a la casa natal de Merceditas (hija de San Martín) y la pinacoteca Fidel Roig Matons, un artista plástico catalán que dedicó su obra a la gesta sanmartiniana.
Luego continúa hacia otros lugares como el Campo Histórico de El Plumerillo, Puente del Inca y Las Cuevas, entre otras tantos sitios históricos enmarcados por la majestuosidad de un panorama imponente.
El circuito es digno de ser recorrido por estudiantes, docentes, investigadores y amantes del turismo en general que quieran ampliar sus conocimientos sobre la guerra de la independencia sobre el mismo suelo por donde pasó el Ejército de los Andes. La iniciativa de la Subsecretaría de Turismo de Mendoza es una forma de unir el paisaje con la fuerza de la historia. Las rutas permiten conocer lo más atrayente de la geografía mendocina: altas cordilleras, inmensas planicies y desiertos, ríos impetuosos y tranquilos valles.
Tal vez uno de los costados más seductores del viaje hacia las Rutas Sanmartinianas sea el tramo que conduce a la zona de alta montaña, a través de la ruta nacional Nº 7. En los primeros kilómetros se pueden apreciar a la vera del camino, prolijos viñedos de donde salen los mejores vinos del mundo, como el malbec o cabernet sauvignon. Esa es el área vitivinícola más importante de Mendoza, con más de 100 bodegas.
Siguiendo camino hacia Uspallata comienza a vislumbrarse con claridad la atrapante silueta de la precordillera y sus nieves, una verdadera postal de la belleza mendocina. Por debajo, circula el río Mendoza como si fuera un hilo de agua que se inmiscuye entre las piedras.
Desde la ciudad hasta la cumbre
Durante el recorrido por las Rutas Sanmartinianas se irá descubriendo una faceta distinta del general San Martín. Se podrá conocer dónde se emplazaba el viejo Cabildo mendocino, el solar en el que nació su hija Merceditas, conventos e iglesias y la imagen de la Virgen del Carmen de Cuyo.
Ya en el Gran Mendoza, uno de los momentos más emotivos de la expedición es la llegada al Campo Histórico de El Plumerillo, donde entrenaba el Ejército de los Andes. En el lugar se puede revivir la preparación de las tropas que estarían llamadas a liberar medio continente. Además se pueden conocer las réplicas de los uniformes de las viejas milicias de Cuyo y disparar fusiles y cañones.
También se podrá reeditar el paso de los Andes partiendo desde El Plumerillo, pasando por Canota, Villavicencio (hotel y termas), ascendiendo por la vieja ruta de montaña a los Paramillos, enclave minero jesuita, y llegar a Uspallata, donde permaneció unas de las columnas de soldados.
Caminando, cabalgando, en ómnibus o automóvil, el viajero podrá recorrer Picheuta y los Potrerillos, donde se libraron los primeros combates de la campaña de los Andes.
Siguiendo el mapa de los lugares de campamento de las tropas sanmartinianas se descubrirán otros puntos geográficos de gran valor paisajístico como Puente del Inca, la laguna de Horcones y contemplar el Aconcagua, antes de llegar a la villa fronteriza de Las Cuevas y el Cristo Redentor, donde finaliza el circuito.