El paro dispuesto por la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Ctera) tuvo ayer un dispar acatamiento en todo el país. El Ministerio de Educación de la Nación admitió que la medida de fuerza tuvo una altísima adhesión en las provincias de Buenos Aires, Tucumán, Jujuy y Misiones. Unos 50 mil manifestantes de distintos gremios de la educación marcharon ayer en Capital Federal, desde el Congreso hasta Plaza de Mayo pasando antes por el Palacio Pizzurno, para protestar en contra de los recortes en los presupuestos educativos. La titular de Ctera, Marta Maffei, calificó a los funcionarios del gobierno de "traidores, perversos y cínicos", y advirtió al titular de la cartera de Educación, Andrés Delich que "los maestros no darán clases los sábados" como él pretende. "El ministro de Educación es el garante del ajuste", disparó Maffei en el acto realizado ayer a metros de la Casa Rosada y luego denunció que el gobierno nacional "está preparando la represión contra todos los trabajadores". La secretaria general de la Confederación Nacional de Docentes Universitarios (Conadu), Anahí Fernández, quien también participó de la movilización junto a la Federación Universitaria Argentina (FUA), indicó que el paro de los profesores de las casas de altos estudios "tuvo un acatamiento del ciento por ciento". Tildó a Delich de "caradura" y destacó que la medida de fuerza "no fue en contra del recorte salarial, sino contra un plan de gobierno genocida". El ministro Delich salió a responder a Maffei y afirmó: "Nadie me quitará de la cabeza la idea de que hay que devolver a los estudiantes las horas de clases perdidas por los paros" y recalcó que la huelga tuvo un "heterogéneo" acatamiento en los distintos puntos del país. La cartera educativa admitió que en las provincias de Tucumán, Formosa, San Juan y Buenos Aires el 100% de los maestros se plegaron al paro. En tanto, en Córdoba, Mendoza y Santa Fe gran parte de los educadores concurrieron a las aulas. Como si los dichos de Delich no hubieran tenido suficiente peso, la ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, salió a respaldarlo y anticipó que su cartera intimará a los gremios docentes "al cumplimiento efectivo de 180 días de clase" y consideró que "la educación es un servicio esencial y que como tal los docentes en los paros tienen que respetar determinado cumplimiento de los servicios".
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