Jerusalén. - Con la violencia y la muerte como telón de fondo, el vice ministro de Seguridad Interior de Israel, Gideon Ezra, reiteró ayer su propuesta de "liquidar" a los familiares de los kamikazes palestinos como una manera de desalentar futuros ataques suicidas. "En mi opinión, un golpe contra la gente cercana a los suicidas tendría sin duda el mejor efecto. Y no me refiero a destruir sólo las casas, sino a sus familias", explicó el funcionario. En otro día marcado por las confrontaciones en varios frentes, al menos seis palestinos, entre ellos dos niños cuya casa fue alcanzada por un misil israelí, murieron en choques con soldados de Israel y al menos quince resultaron heridos.
"El candidato al suicidio -dijo el viceministro a la televisión israelí- debe saber que sus parientes más cercanos corren el riesgo de pagar por su crimen, y hasta de ser eliminados. Si es necesario, habrá que liquidar los padres si con eso se puede impedir a los hijos realizar operaciones suicidas", agregó Ezra, del partido Likud, ex dirigente de los servicios secretos.
"Los padres saben, es decir hacen a sus hijos y pueden impedirlo", justificó el funcionario ante la acusación de un periodista que lo entrevistaba de promover el "terrorismo" de Estado. Ezra -según informó ayer el diario Yediot Ahronot- propuso usar carne de cerdo, animales impuros para el Islam y el judaísmo, para luchar contra el terrorismo de matriz islámica.
Ezra propone que los restos mortales de los suicidas sean puestos en el futuro con piel o con sangre de cerdo. De ese modo, los muertos se vuelven impuros, según las creencias islámicas, y por tanto ya no son mártires. De acuerdo con la interpretación palestina de las escrituras sagradas islámicas, todos los palestinos que mueren en su lucha contra Israel se convierten de inmediato en "Shahid" (mártires), que van al paraíso.
Varias decenas de jóvenes palestinos se inmolaron en los pasados ocho meses con explosivos para intentar matar a la mayor cantidad posible de israelíes siguiendo estos preceptos.
Seis palestinos muertos
El hecho más grave de violencia, según informes de la seguridad palestina, se produjo anoche en Rafah -en el sur de la franja de Gaza- cuando un misil israelí cayó de lleno sobre una casa y mató a un hombre y a sus dos hijos, de seis y cinco años. Al menos nueve miembros de la familia resultaron heridos y según fuentes sanitarias palestinas el número de muertos podría aumentar. La casa, que resultó totalmente destruida, quedaba en la zona este de Rafah, cerca del aeropuerto de la ciudad.
El hombre que murió se llamaba Samir Abu Zeid, tenía 32 años y fue definido por fuentes palestinas como "un activista", al parecer de Al-Fatah, el grupo mayoritario de la OLP. Su hija de seis años se llamaba Alaa y su hijo de cinco Soleiman.
Previamente, Maen Abu Lawi, de 38 años, fue fulminado con un balazo en la cabeza por soldados israelíes que dispararon contra un grupo de palestinos que trataban de evitar un puesto de bloqueo del ejército de Israel cerca de Nablús, en Cisjordania. Los palestinos fueron baleados cuando caminaban por un sendero lateral en el campo. Otros cinco fueron heridos. Abu Lawi volvía a su casa luego de haber comprado en Nablús material escolar para sus hijos.
En el sur de la franja de Gaza, cerca de la frontera con Egipto, Mohammed Abu Ammar, de 14 años, participaba en un lanzamiento de piedras contra tanques israelíes cuando murió baleado por los soldados. Un sexto palestino fue baleado en Nablús cuando trataba de defender una posición de la policía palestina que soldados israelíes finalmente destruyeron.
Un portavoz militar israelí, al tratar de justificar las muertes, expresó que "entristece el hecho de ver que los palestinos usan niños para disparar y lanzar bombas de mano contra un ejército, a partir de área habitadas por civiles".
La reacción palestina fue de furia: "El asesinato de civiles de este modo, dijo el ministro de Información de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yasser Abed Rabbo, es fascismo en su peor forma". Siempre en Gaza, luego del lanzamiento de morteros contra un grupo de colonias judías que provocó heridas leves a un colono, helicópteros israelíes dispararon cohetes contra un edificio, deshabitado de la Fuerza 17, la guardia presidencial de Arafat, en Khan Yunis.
En Hebrón, en un violento tiroteo, un oficial israelí fue herido levemente. La nueva espiral de violencia se produce mientras en el frente político se delinea una nueva iniciativa diplomática para estabilizar una tregua en los territorios.